Mientras para unos comediantes su profesión es una responsabilidad seria, para los cómicos es una simple posición chistera, que aún tratándose de humor político, no importa actualizar sus rutinas aunque estén caducas. A muchos lo mismo les resulta un sexenio presidencial que otro, no entienden que antes de ser chisteros tienen que ser comediantes con sentido común, informados y con conocimiento de causa de lo que expresarán de manera humorística., sin embargo con su prioridad de recibir el pago para el chistosito de la fiesta, se olvidan de lo más importante que son sus contenidos y se dirigen únicamente a un público vulgar e ignorante, amantes de la grosería exterminadora del humor fino.Y sí no es lo mismo un Costeño que un Pirruris, es porque hasta en los perros existen razas".