La imposibilidad aritmética de poder ayudar a su candidato Meade, ha hecho que el Presidente Peña Nieto prefiera guardar silencio y pasar en estas elecciones presidenciales como un mandatario respetuoso de la votiva, que como un mandatario imprudente y frustrado. Ni el buen desempeño de la selección mexicana de futbol al vencer a Alemania en el Mundial, han despertado alborotos con propaganda electorera disfrazada de goles, por parte del presidente; quien ha observado el mundial, en el refugio de su casa, sin los gritos públicos de Angélica y solamente felicitando al cuadro mexicano, mediante sus redes sociales.