La Ciudad de México sigue presentando un descuido total en sus
noches, en lo que debería ser la capital más activa del país como ocurre en las
metrópolis de otros países. La renuncia del secretario de turismo, Torruco
Márquez por objetivos personales y el poco entusiasmo de colaborar con un
gobierno asesino de la vida nocturna, no abre esperanzas para que en la capital
del país vuelvan los espectáculos de media noche, ni se puedan ampliar los horarios ridículos de
los centros de diversión y en cambio se continua con la corrupción, la falta de
alumbrado y el abuso por parte de algunos propietarios de antros como el tan
conocido caso del EVE CONDESA en donde cargan cuentas, prometen servicios
inexistentes para las reservaciones y
los meseros están bajo el mando de un gerente abusivo que exige obliguen a los
clientes a cubrir propinas excesivas
cuando estas ni siquiera deben ser obligatorias, sin que las autoridades capitalinas o PROFECO combata a este desprestigiado lugar. Mientras tanto se cierran otros sitios que sí cumplen con las normas oficiales para
su actividad nocturna. Y sobre el turismo social, mejor ni hablamos.
Simplemente es inexistente y se disfrazan de actividades culturales, los
eventos de Fórmula uno y la NBA . Al menos en la gestión mancerista en donde
abundan en las calles, los volanteros que invitan a los transeuntes y automovilistas para acudir a casas de citas
clandestinas, al ya no
existir Tabledances, será muy difícil que la Ciudad de México salga de la
mediocridad de su vida nocturna y de su doble moral que resulta insultante y corrupta.