jueves, 2 de diciembre de 2021

LOPEZ OBRADOR DUEÑO DE LA PLAZA PUBLICA

 
































No se trataba ni de un concierto de Paul McCartney, ni de Rogers Waters, ni de Café Tacuba o de Shakira, se trataba de un Presidente de México rindiendo un informe  en plaza pública como nunca antes. Sin el temor de recibir chiflidos como Díaz Ordaz en el Estadio olímpico 68 o Miguel de la Madrid en el Estadio Azteca, ni mentadas de madre como Salinas, Calderón, Fox  o Peña en el tradicional grito de independencia, López Obrador llegó puntual con su discurso al patio nacional  de su mayor audiencia, y cuyos llenos han borrado por completo los mítines realizados por Cuauhtémoc Cárdenas negociador de Salinas que engañó como Fox a la  lucha democrática. Hasta  los lectores de noticias al servicio del antilopezobradorismo, no pudieron negar la asistencia de 200 mil personas a la Plaza pública más grande del mundo, con lo que el presidente del país utilizando a las bases políticas, organizaciones oportunistas y a ciudadanos  convencidos con el movimiento progresista, superó por más de cincuenta mil asistentes, las presentaciones musicales inolvidables en el zócalo  de la capital del país, de artistas como Manu Chao y Justin Bieber,  y alcanzando el súper lleno logrado por Shakira, Waters y Mccartney de 200 mil cabezas,con la diferencia de que López lo ha logrado en diferentes ocasiones y cuyo récord de récord, se estableció en aquel llamado al Zócalo para mostrar la inconformidad colectiva del desafuero del cual fue objeto como jefe de Gobierno. Este  2021  y en plena pandemia,  el zócalo no vivió un cierre de campaña vibrante, ni un tradicional grito de la independencia, ni Andrés Manuel recibió la banda simbólica de Presidente legitimo, ni el bastón de mando de las comunidades indígenas o brindó un discurso como ganador a la Presidencia de la República después de una contienda electoral; simplemente a la mitad de su sexenio, el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos que llegó al cargo con legitimidad electoral y moral, se subió a un templete para dar la cara ante el pueblo de México, ante la promesa cumplida de "yo no les voy a fallar" y ante su propósito personal de pasar a la historia como el mejor Presidente de México. Son los mismos números, el 20 y el 12, pero acomodados de diferente forma, por lo del aquel 2012 a este 2021, la revolución presidencialista pacífica ha sido evidente. Más en www.somoselespectador.blogspot.com