lunes, 26 de noviembre de 2018

RAUL VELASCO POR EL BUEN FUNCIONAMIENTO DE LA CAJA IDIOTA





















Para que la televisión cumpliera su función enajenante al servicio del presidencialismo dictatorial, fue fundamental el poder brindado a personajes como Jacobo Zabludovsky  y Raúl Velasco; uno para  que  se pudiera encargar de la razón colectiva y el otro del sentimiento. Raúl Velasco que cumple el día de hoy 22 años de fallecido, fue dueño y señor  del monopolio televisivo que le permitió la vigencia de su programa de variedades por durante 28 años. La clave de la aceptación  de Velasco para un pueblo ignorante, era precisamente proporcionarle a  un animador ignorante; y darle poder a un ignorante es muy peligroso, por eso las conductas abusivas, "mamonas", llenas de favoritismos e intolerancias,  y acosos y mañas asfixiantes de quien se nombraba como  el tutor y descubridor de estrellas. Con el programa "Siempre en Domingo", es cierto que México conquistó la industria  musical a nivel internacional pero también  se convirtió en el líder del exterminio de otras expresiones artísticas; ya que los dueños de la televisora tenían el control de la industria, cuya única competencia era la televisión del Estatal, abandonada dolosamente y que se sumergía entre la corrupción, y se subsidiaba sin importarles fuera un canal no visto. Lo importante era sobresalir a Televicentro y luego a Televisa, y que fuera esta empresa privada quien  asumiera   la educación del mexicano para hacerlo no pensante y dependiente del señor gobierno y su presidente de la República -cual dictadura española o chilena-, y factor de lo que es hasta hoy, un atraso educativo importante. Sin embargo el arte en cualquier expresión es tan noble y sublime, que aún entre las porquerias proporcionadas en pantalla,  pudieron surgir joyas supremas de la balada moderna y de la música popular como los autores argentinos, mexicanos y  españoles; como las  voces espectaculares como José José o Manoella Torres entre muchas otras, pero a cambio de ello, la colonización televisiva de todo un país que hipócritamente lo  llamaban lleno de  magia y encuentro, cuyo encuentro no era más que con la manipulación constante y la doble moral, que fue heredada de padres a hijos con la conducta del ejemplo de plantarse por horas frente al aparato de televisión. con comportamientos pasivos  de los cuales  prevalecen hasta en nuestros días,  que aunque con diferentes métodos; aún hay más.