La pasada elección presidencial en donde MORENA resultó una arrolladora y fue contundente el refrendo a la buena gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, nos regresa a la realidad que contrasta con la ficción mediática, en donde supuestamente urgía la llegada del 2 de julio para sacar a patadas al presidente, pero que en realidad lo que hubo fue un voto morenista como agradecimiento y aceptación al movimiento lópezobradorista en donde las patadas fueron para los corruptos albergados en el prian.Ahora con la mayoría cuantificada en favor del movimiento lópezobradorista es el prian quien pide la realización de acuerdos para evitar el absolutismo y alimentar la vida democrática del país, y aunque siempre he pensado que la política es precisamente acuerdos y pluralidades, como incluso los que el gobierno de López Obrador tuvo que establecer con lo más miserable de la esfera política para llegar a consolidar los cambios de la vida pública del país sin violencia, ahora deberá ser importante calcular que tanto se debe invitar a la cena a los retrogradistas y a los corruptos en cuanto a la reforma judicial, y lo que deberá ser la correcta impartición de justicia y la reforma educativa, no solamente porque los adversarios neoliberalistas ya tuvieron su oportunidad de unirse a los cambios necesarios para el país por medio de sus legislaciones, y no lo aceptaron sino que lo obstaculizaron, sino porque debemos también entender, que el lópezobradorismo, es la reforma y recuperación del buen gobierno del país sin utilizar armas pero sí utilizando sufragios y voluntad mayoritaria como fusiles en contra de la corrupción, y ahora sería un retroceso y una oportunidad para los hipócritas, tratar de negociar reformas que no quisieron ser negociadas, por lo que en el principio del sexenio de Sheinbaum y de esta legislatura, no debe existir tregua negociadora pero sí explicadora, es decir hacer entender al adversario corrupto y herido pero no vencido, que es necesario brindarle sano desarrollo al país y que deben los opositores, bajarse de su nave espacial en donde han pensado que el pueblo de México no es capaz de razonar de una manera apartada a los medios conductistas, que todavía le tienen temor al PRI convertido en PRIAN aunque antes lo negaban, y que pueden dibujarse un esquema de ciencia ficción en donde México vive una dictadura que es peor al presidencialismo sometedor. será una nueva generación de mexicanos la que tenga que reconstruir a MORENA como partido, eliminar a los otros colores podridos y quizá formar un nuevo partido cuyos integrantes provengan d euna sociedad participativa, no para obtener subsidios y armar clubes sociales de cenas de ala y premios comprados, sino para asumir su acción ciudadana que no es solamente el voto o esperar que sea el presidente en turno quien tenge que solucionar todos los problemas y deba ser el único en limpiar la casa. Para conseguir el fortalecimiento de México, no se necesita perdonar a los corruptos y firmar acuerdos que ya estén desinfectados, sino subir el nivel político y participativo, teniendo en claro que sin educación no hay transformación.