Damnificados es lo que deja a su paso la campaña derechista de Xóchitl Gálvez para la presidencia de la república, quien junto con varios panistas, antes de los resultados oficiales, ya cantaban su victoria electoral, pero la suma de votos abrumadora les puso un sello en la boca como hace seis años se lo estampó a la arrepentida Alejandra Barrales, quien en apoyo a la corruptela mancerista, fue la única candidata que no reconoció la derrota pero se quedó fuera de acción. En las últimas horas antes de la derrota pripanista y la desaparición sepulturera del PRD, encuestas a pago daban como victoriosa a la gelatinera, intelectuales corruptos desplegaban apoyo a Xóchitl a la que victimizaba, y horas antes de que el INE anunciara su arrollamiento, Xóchitl invitaba a los ciudadanos a no dormirse para que en la oscuridad de la noche no le escondieran los votos que ahí estaban según ella, para horas más tarde enfrentarse a una diferencia del doble de votos por abajo de su adversaria Claudia Sheinbaum, al grado de no tener más remedio que reconocer su derrota> Mientras tanto su patrocinador X González, borró los mensajes de desacuerdo a los resultados electorales y cayó derrotado ante un grito del pueblo de México en favor del cambio puesto en marcha por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la insaciable lucha de Claudia Sheinbaum.