Una autoridad que dice verdades a medias o razones incompletas es igual que una mentirosa. Un diario de circulación nacional ha dado nuevas revelaciones de la persecución policíaca y muerte del actor Octavio Ocaña, en donde se vuelven a cambiar versiones y a expresar puntos de la situación que de no ser por la filtración de imágenes que evidencian ciertas circunstancias, nunca se habrían dicho. Mientras tanto el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo III y los encargados de su fiscalía, se esconden como ladrones y solamente emiten comunicados firmados por la FGEM que parecen ser redactados por un ignorante de los procesos de investigación, por lo que subrayan más su ineptitud. autoridades mexiquenses han señalado que desean hablar con la familia del fallecido antes que con los medios, cuando ya exhibieron al actor conocido como "Benito", como un drogado imprudente que con un arma en mano, huía de la policía estatal cual delincuente. En una nueva versión filtrada por EL UNIVERSAL, se señala que ahora resulta, que siempre sí hubo disparos de arma de fuego por parte de los policías del EDOMEX, ya que apuntaron a las llantas del vehículo para detenerlo, se señala que el arma que portaba Ocaña no tenía permiso, sin precisar se se ha dado vista a la FGR, no detallan las declaraciones de las personas que acompañaban al conductor posteriormente fallecido, y solamente advierten que no existen detenidos que se desprendan de lo ocurrido. Todo aquello que la autoridad por razón desconocida no se dio a conocer, ahora se revela a cuenta gotas, y gracias a evidencias visuales que muestran la lentitud, ineficacia y la misma corrupción que caracterizan al gobernador de dicha entidad estatal de México. El padre de Octavio Ocaña no menciona en lo absoluto al gobernador del EDOMEX, seguramente por su plena desconfianza a este personaje, y advirtió que le mandó un mensaje al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador para que meta sus manos en este asunto, también exigió justicia por su hijo, y reafirmó que no es
verdad la versión de la Fiscalía del Estado de México en la que informaron que
Ocaña murió por un disparo accidental y menos que estuviera bajo los influjos
del alcohol o las drogas. "Son puras mentiras de las autoridades, nuestros hijos están expuestos por esta política y está policía que tenemos, que son unos corruptas", concluyó, no sin antes decir que no se quedaría con los brazos cruzados.