miércoles, 11 de abril de 2018
EL EXPEDIENTE QUE GUARDA JESUS OCHOA
"Acepté sin saber la responsabilidad" es la frase pronunciada por Jesús Rey Ochoa Domínguez que describe muy bien, su llegada como secretario general de la Asociación Nacional de Actores y que formó parte de su primer discurso como líder sindical que fue montado cual guión actoral y más repleto de humor que de señalamientos de planes concretos sobre su nueva administración. Con poca presencia en las Asambleas de su Sindicato, con antecedentes faltistas y sin experiencia en el ejercicio sindical pero con la virtud de ser muy "amiguero", para que sus "cuates" que también pocas veces acuden a la ANDA, ahora le hayan dado la mayoría de votos para llevarlo como secretario general, ahora Ochoa al igual que los actores sindicalizados, esperan que el experimento empírico, sí funcione. Antes de llegar a la silla máxima de la ANDA, Jesús Ochoa primeramente aceptó formalmente ser vocal de la Comisión Nacional electoral, y después de haber adquirido tan alta responsabilidad, determinó renunciar de manera irrevocable a sus funciones para lanzarse como secretario general, en un hecho inédito y de mal precedente para la Asociación Nacional de Actores. Con propuestas y promesas de campaña generalizadas y con pocos puntos específicos y aterrizables -pero eso sí, con muy buen humor, como al momento de tomar protesta-, Jesús Ochoa quien dice será efectivo para enderezar a su sindicato, no ha tenido la humildad intelectual de someterse al aprendizaje y aceptar sus limitaciones para desempeñar el cargo que ha protestado. Porque aunque nadie nace sabiendo, también es cierto que un cargo tan importante como lo es la Secretaría General de un Sindicato, debe obtenerse paulatinamente en el desempeño de otros cargos hasta adquirir el conocimiento y la experiencia necesaria; y no desempeñarlo bajo la inspiración de una telenovela. Sin embargo, nadie puede negar que las pasadas elecciones de la ANDA fueron transparentemente contundentes y que el cargo que ahora ocupa Ochoa es una determinación si bien es cierto, poco democrática, -porque no todos los miembros de la ANDA pueden votar debido a sus estatutos-; también es cierto, que ha sido una determinación bajo la legalidad y el mando de la mayoría relativa. Sin embargo, la honradez política no solamente consiste en realizar actos lícitos o no mal intencionados; la honradez también se conforma de la prudencia, ya que la imprudencia aunque sea bien intencionada, al igual que satisfacer intereses particulares sobre los generales, también es corrupción. Ahora solamente les queda a los miembros de la ANDA ser vigilantes sobre el desempeño de Ochoa pero también brindarle el beneficio de la duda y apoyarlo sin desunión en aquellas medidas que él adopte, aunque no sean coincidentes, pero siempre y cuando, se apeguen al estatuto y a las leyes que a éste complementan. La humildad intelectual que parece haberle faltado a Jesús Ochoa también es un don como hacer llorar o hacer reír y su primera falla como líder de un sindicato, es no tener dicha humildad y llenar de incertidumbre a un gremio actoral, al cambiar un fácil chiste, por lo que tuvo que ser un informe a grandes rasgos, de cual sería su estrategia para que la ANDA se acerque al sector actoral de Bellas Artes, de las universidades, a CONACULTA, ante una ANDA que cada vez se parece más a un Club Social que a un sindicato con puertas abiertas, en donde tendría que entrar, todo aquel actor que sea capaz de defender o necesite ser defendido y representado, y no aquel que busca un requisito laboral. Ochoa no explicó de manera breve cómo pretenderá la ANDA a su mando, defenderse de los atropellos de los derechos de la clase trabajadora, que el mismo refirió se han venido presentando; y cómo se evitará que la ANDA no sea pisoteada por las grandes empresas cuando su carrera actoral, se encuentra sometida a una de ellas. Sin embargo nuestro punto de vista no es impedimento para desearle éxito al señor Jesús Ochoa porque al tener éxito él, también lo tendrá la ANDA, y al tenerlo la ANDA, lo tendrá parte del sindicalismo de nuestro País, que necesita líderes naturales pero preparados y que también necesita agremiados solidarios pero conscientes de sus objetivos laborales, filosóficos, políticos, reales, formales e históricos, y en el caso de Jesús Ochoa, necesita poner en orden su procesamiento mental para que le haga saber, que es el actual secretario general de la ANDA y que no está desempeñando el papel de una de sus telenovelas.