miércoles, 13 de junio de 2018

MURIO EL DINOSAURIO ¿Y EL FRAUDE?
















Ni el hombre más capacitado del priísmo y quien logró ser secretario de Estado durante tres sexenios distintos y de mandatos de diferentes partidos políticos, han podido rescatar la muerte de la presidencia priísta.  Las bases tricolores,  los primaniacos de sepa, los dependientes al partidismo y los compradores  de votos y de conciencias,   no alcanzan para que su candidato Pepe Meade remonte un tercer lugar  que lo mantiene muy lejano del puntero López Obrador.  Meade  quien se calificaba como la joya de la corona priísta y amigo de los empresarios y de los sindicatos arruinados, ahora es comparado con un político fracasado como Roberto Madrazo Pintado, y aunque el PRI no está derrotado como tampoco lo estuvo la primeriza vez que perdió la presidencia, sí debe ser considerado como una máquina electorera que no funciona de no ser por medio de la complicidad subterránea y un combustible llamado fraude y la solapación del imperio estadounidense. De no operar  con toda su capacidad,  un magno fraude para el próximo uno de julio; la compra del voto no bastará no solamente para ganar la presidencia de la República, sino al menos evitar que la propuesta del neoliberalismo controlado llegue hasta la silla de Los Pinos.