En estos momentos se juega el partido mundialista de fútbol en Qatar, entre la selección de los Estadou Unidos y la selección de Irán, que seguramente será como uno de los encuentros mezclados con un entorno político tenso, más recordados en copas del mundo y solamente igualado al encuentro entre Argentina e Inglaterra en el mundial de México 86 con heridas recientes de la guerra entre estos dos países por las islas Malvinas. El partido entre estadounidenses e iranís aumenta en expectación porque al igual que aquel encuentro mencionado del 86, ambos equipos se juegan su permanencia en la copa, pero también porque este mundial se juega en medio de la guerra entre Ucrania y Rusa, siendo que únicamente se castigo a Rusia de no asistir a la competencia cuando prácticamente ya estaba calificado, al acusarlos de invasores lo que no oucurrió en aquel mundial de 1986 con Inglaterra. por otra parte la federación de Rusia sufrió un castigo extradeportivo situación muy diferente a la falta en que incurrió el día de ayer la federación estadounidense al alterar en su cuenta oficial, la bandera de Irán al eliminarle el escudo de la república islámica, por lo que los medios estatales de Irán pidieron que se expulse a
Estados Unidos de la Copa del Mundo de 2022 pero sin que exista un reclamo
oficial o un acto de protesta en el juego que en estos momentos se desarrolla y que hasta el minuto 51 gana Estados Unidos
por 1-0. En la conferencia de prensa previa al encuentro mundialista, solo se
permitió una pregunta de los medios iraníes.Después de una sesión de prensa
irritable en la que a los defensores Tim Ream y Walker Zimmermann se les
hicieron repetidas preguntas sobre la situación actual de los derechos humanos
en Irán, el director de comunicaciones de la selección nacional de EE. UU.,
Michael Kammarman, concluyó el proceso después de un comentario crítico del
periodista iraní Shervin Taheri. También la tensión se traspasó a la
conferencia de prensa que este lunes protagonizaron el entrenador Gregg
Berhalter y el capitán Tyler Adams, en donde el técnico estadounidense
sorprendió al rendir una disculpa al pueblo iraní al señalar: : “No quiero sonar
desinteresado o desconsiderado, pero los muchachos han trabajado muy duro en
los últimos cuatro años, tenemos 72 horas entre los partidos contra Inglaterra
e Irán y estamos muy enfocados en superar a Irán y alcanzar la fase
eliminatoria del torneo. Por supuesto, no dejamos de pensar en el pueblo iraní,
y esto se extiende a todo el país y el equipo, pero nuestro enfoque está en el
partido. A veces las cosas están fuera de nuestro control. Creemos que el
resultado de este partido va a depender del equipo que más esfuerzo ponga, y
quién ejecuta mejor las acciones sobre el campo de juego”, continuó Berhalter.
“No estamos enfocados en lo que ocurre afuera, y lo único que podemos hacer de
parte de los jugadores y el cuerpo técnico es pedir perdón, pero no es algo de
lo que somos parte”. El último encuentro entre las dos naciones en la Copa del
Mundo de 1998 en Francia, cuando Irán derrotó a Estados Unidos 2-1, se denomina
"el partido con mayor carga política en la historia de la Copa del
Mundo", en lo que demuestra que el deporte une a las naciones pero también
es un reflejo de la hipocresía de quienes arman la guerra y desprotegen y
separan a los pueblos. Más en www.somoselespectador.blogspot.com