Como apenas hace un año en donde le ganó el campeonato al
américa, Tigres de la UNL se volvió a coronar campeón y se lo celebró a Rayados
en su casa, al pie del Cerro de la Silla, con acento regio y en una Final
inolvidable que quedará en la historia.
Tigres
gritó campeón más fuerte que nunca. No se le daba en las Finales. Perdía
partidos decisivos, pero esta vez ganó el juego más importante de su vida
deportiva. Fue 2-1 (3-2 global) con autoridad y se convirtió en el nuevo
monarca del futbol mexicano.
Pero
no solo se quedó con el Apertura 2017. Su sexto título trajo un extra: es el
primer equipo de la ciudad de Monterrey en bordar simbólicamente la estrella
dorada que marcará un antes y un después en la vida del Clásico Regio.
Tigres, un experto en ganar
Aperturas (levantó el trofeo en los últimos TRES), encontró un guiño del
destino que le pagó lo que le quitó en el Clausura pasado frente a Chivas. Y
vaya contra quien volvió a ponerse la corona.