Como si se trataran de delincuentes y no de actores, el elenco de la obra AMOR ETERNO salían casi huyendo de la prensa para abordar sus automóviles acompañados de sus publirrelacionistas, después de que nuevamente se suspendió la función por los problemas legales respecto a los Derechos de Autor y en donde espectadores nuevamente se quedaron con su boleto en mano y la burla de su inútil asistencia al teatro Manolo Fábregas. En un comunicado urgente, al filo de la tarde de ayer, el productor Omar Suárez convocó a los medios de comunicación para que asistieran a la función que de manera repentina se anunció sí se efectuaría, pero cual "torero de la vendimia", minutos posteriores a su primer comunicado, Suárez volvió a boletinar que siempre no habría la función anunciada. En otro escándalo más del productor de AMOR ETERNO y de algunos de su equipo y elenco que le acompañan, la apertura de su obra no tiene para cuando efectuarse, aunque de manera tentativa ya se ha señalado hasta enero del año que entra en donde una vez más, el productor jura habrá certeza en el correr del telón, en lo que ha resultado una controversia muy útil para su carrera escandalosa y para llenar de contenido las revistas y los programas de la nota rosa que se dicen de espectáculos y que van más allá de la nota informativa de la clausura de una puesta en escena que no ha probado la legitimidad de sus derechos correspondientes ante las autoridades y no de una persecución de Estado en contra el teatro popular.
