jueves, 7 de julio de 2016

MIGUEL ANGEL MANCERA VERIFICA SU INEPTITUD
















Solo 4 de los 67 verificentros que operan la Ciudad de México se encuentran dando servicio, ante los operativos que realiza la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). 63 establecimientos prefirieron suspender sus servicios hasta que obtengan la certificación por la calibración de sus dinamómetros.Al respecto, el gerente de un verificentros en la Colonia Condesa indicó que cerraron "para cumplir con la nueva norma. Van a venir de talleres para certificar que los equipos están calibrados. A lo mejor el viernes ya hay servicio".
El cierre de los centros de verificación ha provocado que automovilistas peregrinen para encontrar algún establecimiento abierto. Pero los verificentros no están listos porque nunca estuvieron listos y ha quedado al descubierto la falsa y estafa hacía los automovilistas en todos estos años.
Por su parte, el Jefe de Gobierno, Miguel Angel Mancera quien utiliza un helicoptaxi, porque se transporta en helicóptero y antes de llegar a sus eventos se transplanta a un Taxi, ha señalado que su gobierno es quien ha pagado los platos rotos de las medidas ambientales y ha culpado de la contaminación a otros gobernadores cuando Mancera se decía ser un gobernante de avanzada con lazos estrechos con todos los gobiernos incluyendo al federal y no como los anteriores Jefes de Gobierno que ni querían saludar al Presidente.
El gobierno entreguista de Mancera al gobierno federal, en donde nada más falta que se baje los calzones, me refiero en público, ha dado facilidades a Mancera que a otros jefes capitalinos les negó, como la entrega de presupuesto con cifra récord que posteriormente se la tuvieron que retirar porque en vez de aprovechar dichos recursos, el Jefe de Gobierno subió las contribuciones y el transporte del metro.
Ahora Mancera se pone en un plan de víctima con tal de defender la salud de los capitalinos cuando ha avalado un reglamento de transito que estimula la contaminación pero que le brinda ganancias económicas en infracciones cuyos ingresos paran a los bolsillos de concesionarios y seguramente de quien les otorgó la concesión., en una Ciudad de México que es un caos debido a su ineficiente transporte público que se ha agudizado en el sexenio capitalino de Mancera y ante el recorte de avenidas que impide el transitar fluido de automóviles, en una ciudad capital en donde sólo se puede transitar de una manera normal, mediante helicóptero.