WASHINGTON (apro).– La discusión sobre el populismo durante la conferencia de prensa en Quebec, Canadá, entre los presidentes Barack Obama y Enrique Peña Nieto, y el primer ministro Justin Trudeau, expuso una vez más la incapacidad intelectual del mandatario de México.
Nunca, la explicación que dio Obama al asunto del populismo estuvo dirigida a Peña Nieto. En su soliloquio, el presidente mexicano parecía estar hablando de Andrés Manuel López Obrador, algo que a Obama ni siquiera le inquieta.
Es entendible la facilidad con la cual se armó el debate en algunos medios de comunicación mexicanos, asumiendo que lo dicho por Obama era una respuesta directa al argumento insignificante de Peña Nieto.