lunes, 10 de enero de 2022

COBARDITOS SE VEN MAS BONITOS

 



























Por más que presuman de ser periodistas, de haber estudiado la carrera de Ciencias de la Comunicación calificada de licenciatura cuando es un oficio, de tener experiencia en los medios tradicionales monopólicos y por lo tanto incompetitivos y a veces hasta incompetentes, la mayoría de los opinadores de espectáculos resultan inacertados  murmuradores de escándalos, además de cobardes, porque así como informaron sobre las quejas oscuras de Eugenio Derbez al actual gobierno y  hablaron como si fueran peritos en derecho, del caso injusto y violatorio de Yosstop, así como   de lo que rodea a  Inés  Gómez Mont, Laura Bozzo, Ninel Conde, Ingrid  Coronado  o Galilea Montijo, en cambio  callaron del apunte noticioso  que invadió su ámbito  rosado y de la nota de corazón, y que se desprende de la declaración del Presidente López Obrador, quien para ejemplificar la prepotencia de los funcionarios públicos en otros sexenios, hizo mención de aquel pasaje en donde la cantautora, actriz  y modelo Carla Bruni llegó a México  acompañando como Primera Dama francesa,  a su esposo Nicolás Sarkozy,  y fue que el entonces Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna,  hombre peligroso al servicio ilícito de Felipe Calderón, vio de “manera irrespetuosa” a la acompañante del expresidente. El mandatario mexicano narró en conferencia de prensa como Sarkozy vino con su esposa, y  estaban en el presídium Calderón y García Luna, cuando la señora camina y queda evidenciado en una foto, como si fuera una gracia, en donde él, García Luna, la está viendo de manera irrespetuosa, y sale ahí la foto, con una prepotencia siendo que era servidor público y  estando de por medio una visita presidencial. "Estamos hablando de la época del poder, cuando se sentían absolutos, la prepotencia”, calificó el Presidente de México, en sus declaraciones que resultaron inadvertidas  para los ineptos “microfoneros” de espectáculos e incluso para los voceros  de los espacios noticiosos al servicio del imperio empresarial, no así para muchos espacios informativos no convencionales, que por ser autónomos están arrollando a quienes podían relajarse en su refugio televisivo, y que al ya no ser así, los tiene muy irritados.