La legitimidad del gobierno ecuatoriano y el peso de México a nivel internacional tendrán un cambio drástico frente a las naciones, así como la propia comunidad internacional después de que se tenga que definir las consecuencias, de la acción grave por parte de Ecuador al haber violado la embajada de México con sede en Quito, lo que es un hecho grave al considerarse dicho inmueble, una extensión del territorio mexicano, por lo que la violación a la soberanía de un país de esa manera, no tiene antecedentes en el derecho internacional, lo que se trata de un abuso militar y policiaco y la acción barbarie en contra de la Convención de Viena sobre relaciones Consulares, así como las afectaciones bilaterales y multilaterales de civilidad entre las naciones. La rompedura de cerraduras al patio mexicano en Ecuador, tuvo como presa, la detención de Jorge Glas Espinel, condenado a pena privativa de libertad por la justicia ecuatoriana, pero que se acogió al principio de asilo de la doctrina mexicana por lo que posaba en la embajada mexicana en espera de su traslado a México, sin embargo por órdenes del presidente ecuatoriano Daniel Noboa quien apenas asumió su cargo el pasado 23 de noviembre del año pasado, se invadió la soberanía mexicana y el derecho de asilo y se detuvo al protegido al grado de hacer uso de la fuerza contra el personal diplomático. Sin abordar el fondo procesal penal y las condiciones de protección a un asilado ni tampoco los intercambios de descalificativos entre los mandatarios de México y el Ecuador, resulta deplorable el acto de gobierno ecuatoriano en contra de una nación, situación que no tiene precedentes históricos ni en las más terribles dictaduras en América Latina y en el mundo, y que incluso son acciones inusuales hasta en países en conflictos bélicos. El campo jurídico internacional ha sido manchado como nunca antes y desde hoy, Ecuador ya no resulta un territorio seguro para ninguna embajada, pues ha roto treguas que debe cumplir un Estado receptor al no poder penetrar por ningún motivo sin la autorización debida, a los locales consulares que se utilicen exclusivamente para trabajo de oficina o en misión diplomática, salvo aquellos que deriven de una emergencia de socorro como lo es un incendio u otra calamidad que requiera una acción inmediata o medidas de protección. El derecho internacional ha planteado que el estado receptor al contrario de ser invasor, debe otorgar todas las facilidades de protección para la tranquilidad, seguridad y dignidad de lo que se considera pedazo de territorio extranjero y parte del país en ejercicio diplomático, por lo que el artículo 31 en sus fracciones primera y segunda de la Convención de Viena, dan origen a la inviolabilidad de las embajadas, y cuyo incumplimiento es motivo del repudio mundial para el violador de dicho acuerdo comunitario. En tal situación resulta triste e indignante lo realizado por el gobierno ecuatoriano que avergüenza a su propio pueblo, que no debe ser señalado por las malas actuaciones de sus gobernantes, ya que hay que recordar, las enormes penas que causó el gobierno foxista con su trato a los representantes del gobierno cubano y al propio Presidente Fidel Castro, o el entreguismo del gobierno de Enrique Peña que desprestigiaba a la historia diplomática de México, cuyas puertas abiertas ha permitido la seguridad y el desarrollo humano de ciudadanos españoles, argentinos, chinos, cubanos, salvadoreños y de otras partes del globo terráqueo, siendo México uno de los países de mayor cultura de amistad y de albergue en el mundo. Veremos si la comunidad internacional toma medidas provisionales y de castigo ante Ecuador y el veredicto inédito que deberá emitir la corte internacional, en donde por lo pronto, el Presidente Andrés Manuel López Obrador con amplio prestigio en América Latina por su bloque izquierdista y por Estados Unidos como su principal socio comercial, por lo pronto dicho mandatario, ya ordenó la suspensión de relaciones diplomáticas entre México y Ecuador a causa de la violación flagrante que se originó por el país atacante, con el pretexto de asegurar al refugiado diplomático, quien además se ignora su paradero y su acceso a sus garantías de defensa y de protección humana, al ya no estar bajo la tutela de la embajada mexicana y que en consecuencia adquiere el nominativo de preso político, ya sin ninguna duda. Actualmente nuestro país ha recuperado su liderazgo en América al implantar programas de asistencia, de no persecución de paso a migrantes, por su clara protesta ante el embargo a Cuba, y por sus propuestas de unidad comercial y política de toda América, para que junto con los países del sur y del norte se pueda formar todo un potencial comercial en donde se incluya a Cuba y a los Estados Unidos y se compita ante la Unión Europea, así como de igual manera, ha dado legalización a su ejército para acciones de reconstrucción, auxilio y no guerra, incluyendo respeto a las demás naciones, y que por primera vez en la historia del derecho internacional, se ha planteado la importancia del desarme de instrumentos pequeños de ataque cuando solamente estaban considerados las armas nucleares y otras de invasión o conflicto, situaciones que contrastan con la política implantada por Ecuador y sus dudosos procedimientos electorales. Más en www.somoselespectador.blogspot.com