jueves, 4 de abril de 2024

CON LA SANGRE EN EL DEDO

 
































Cuando se llega al punto de la decadencia, el desplome  es absoluto, por tal razón es que  todo lo que hace y todo lo que viene del pripanismo, no es más que un estado de putrefacción que finge únicamente estar apenas  en agonía, y exhibe  a sus defensores como aprendices de corruptos y de  residuos del direccionismo mediático. Por tal razón, todos los defectos de la representante  de la resistencia corruptiva que encarna en Xóchitl Gálvez  son visibles y palpables, al ser  abanderada  con méritos suficientes de ese escurrimiento de heces muy parecidas a la de los animales. Ahora  ocurre,  que después de filtrarse a la opinión pública un vídeo en donde Juan Pablo Sánchez Gálvez, hijo  de Xóchitl y  parte de su campaña por la presidencia de la República como líder de las redes de jóvenes priprdpanistas, aparece aparentemente drogado o por lo menos alcoholizado  y buscando riña en la vía pública con empleados de un antro  que está ubicado en el perímetro delegacional que fue administrado por Xóchitl,  y en consecuencia a tal conducta, es que la candidata dijo haberle llamado la atención a su hijo  y mostrarle  un código de moralidad y de buenos modales, cuando la propia Xóchitl hace unos días, fue amonestada por el  INE al que tanto quiere y dice respetar, por haber utilizado de manera indebida,  los logos del Instituto Electoral a favor de su campaña política, en donde anuncia que los programas sociales no pueden ser revocados por quien obtenga la presidencia del país, apesar de que la propia Xóchitl había manifestado que tales programas  eran destinados para ciudadanos flojos y de que su propio partido panista al que representa, votó en contra de la iniciativa de ley que el Presidente López Obrador mandó al Congreso, para que dichos programas que él instauró, tuvieran rango de constitucionales y de cobro directo para evitar clientelismo electoral, entre otras medidas al respecto como adelantar pagos y evitar que  estos fueran entregados en plenas elecciones.  En el vídeo al que hacemos mención, el hijo de Xóchitl utiliza insultos clasistas, racistas y machistas y humilla a  los empleados del antro, diciéndoles que se dejan comprar por unos simples tacos, es decir que venden barato su honorabilidad en vez de cotizar su moralidad por ganancias millonarias  a cambio de permisos inmobiliarios  con  empresas propias,  como lo hizo su madre con  High Tech Services y Operación y Mantenimiento de Edificios Inteligentes cuando fue delegada de Miguel Hidalgo y después con artimañas involucrarse  con estos contratos en el gobierno federal, incluyendo al de este sexenio, que al descubrirla, fue que se rescindieron tales relaciones  contractuales. Juan Pablo Sánchez Gálvez, al asumir su cargo  como Coordinador Nacional de Jóvenes de Frente del priprdpanismo aseguró que Xóchitl Gálvez  sería “la madre de todo México”. En  nuestros espacios informativos siempre hemos señalado que cada quien es responsable de sus acciones y deben ser juzgadas de manera individual y no por lo que hayan hecho otros. Con esta idea, defendimos de los ataques al hijo del Presidente López Obrador que fue apedreado por sus rasgos físicos y también defendimos a la hijastra del expresidente  Peña Nieto e hija de Angélica Rivera a la que trataban de denostar y no reconocer su talento. Por lo que las acciones de bajeza de  Juan Pablo no deben afectar la reputación de Xóchitl como de la misma manera, las bajezas  de Xóchitl no deben marcar a Juan Pablo, o las de su tía y hermana de la candidata que está presa  por el delito de secuestro. En tal razón, estamos de acuerdo con Beatriz Gutiérrez Müller en el sentido de que los padres, los hijos  y otros   familiares, no son   responsables de los actos de ellos; solo de los propios, sobretodo  cuando se ha cumplido la mayoría de edad por lo que los niños, menores e incapacitados son los únicos que no son responsables absolutos de sus actos. La esposa del Presidente López Obrador ha señalado: “Los errores, las equivocaciones o delitos de alguien de la familia, así como sus aciertos, victorias o magnanimidades no son transferibles ni hereditarias”. Sin embargo  Juan Pablo Sánchez  no puede escapar de la crítica pública, pero no por ser hijo de una candidata tramposa sino simplemente por haber formado parte  de una campaña presidencial como coordinador,  como en su momento Paulina Pretelini Peña también  fue criticada, no por ser hija de un gobernador y luego de un presidente corrupto como  Enrique Peña Nieto sino por  utilizar las vías de comunicación masivas para señalar que  quienes criticaban a su padre, cuando era candidato a la presidencia, para ella eran unos torpes, en aquella celebre declaración  al tenor de: “un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y solo critican a quien envidian”. La ética y la aceptación social deben ser  el estándar de medición para poder opinar de la vida pública del país y no de la vida privada de los actores de la vida pública,  o de los ya fallecidos, cuando se les critica o alaba por su obra  y su  paso irremediablemente histórico y no por sus actos personales o errores que son parte de la vida humana. Más en www.somoselespectador.blogspot.com