Lo ocurrido en la pasada votiva 2021 de las elecciones intermedias; exhibe que el progresismo le lleva ventaja al antiprogresismo en el pensamiento ciudadano, al refrendar la mayoría de lo que se vptó en el 2018, que respalda tres años de gobierno lópezobradorista. Aunque el panorama electoral y educativo es atrasado en México, sería injusto no reconocer, que el paciente moribundo ha dado señales de recuperación , ya que lo que resulta en la cuenta de los votos, es que sus suscriptores no se confundieron ni con la guerra sucia, ni con la resistencia corrompida, ni con el dicho calumniador en el mensaje o en los memes que reflejan la expresión más pobre, repetitiva y recurrente del inconforme manipulado y sin solvencia en sus argumentos. Entre idealistas, necesitados, informados, mal informados, neoliberales, progresistas y corruptos, se dio forma a una elección que sirvió de refrendo ala aspiración de la transformación del país, que hasta el momento, solamente se ha reducido a un buen presidente y muy superior a los antecedentes de la silla presidencial en anteriores sexenios, en donde ahora parecen aparecer brotes de una reestructuración de gobierno que pudiera servir de inspiración para una reestructuración de Estado y para una revolución de pensamiento ciudadano, con aspiración pacífica. Lo cierto es que se logró controlar las acciones electoreras aunque no las electorales ni las criminales, con todo y que el votante de una manera inédita e impensable en el portillismo o en el salinismo, tuvo la confianza en un gobierno con procuración de elecciones no fraudulentas y sin trucos para eliminar auna resistencia, por tramposa que sea y con todo que se disfraza de oposición.