Fuera máscaras y disimulos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador pretende conservar su credibilidad y afrontar las verdades de cara a la nación,; lo que inquieta a los medios de control empresarial que dibujaban la realidad nacional a conveniencia de la esfera de beneficiados abusivos y de aquellos medios informativos que tenían sometidos al presidente corrupto, con la amenaza de no revelar sus corruptelas a cambio de partidas presupuestales, patrocinios y dádivas. No importa si la consecuencia del dicho sea partidista, militar, de gobierno o de particulares; tal como lo hizo desde la oposición , ahora como Presidente del país, López resulta el mejor informante del pueblo de México; le pese a quien le pese, y confronta a los medios de comunicación, diseñados para fortalecer el sistema neoliberal y la corrupción política casera. Fue el propio presidente, quien señaló que a pesar de que en este
sexenio existe más libertad de expresión que otros, la prensa ataca, “No le
muerdan la mano a quien les quitó el bozal”, acusó, y sentenció que la libertad en su mandato
será hasta el exceso, para los medios de
comunicación; pero no renunciará a su derecho de responderles y de informar
cada mañana de su jornada laboral, al pueblo de México. Los reporteros intocables por su peso mediático, no daban crédito en la
conferencia realizada el día de ayer, como
el titular del ejecutivo federal, ahora los confrontaba y bajaba de su
pedestal, sin nada que temer, ni
ocultar, ante la rabia que ha generado de los protervos; debido a su sinceridad y pretensión de buen gobierno.