Al pisar el suelo mexicano por primera vez en su calidad de
asilado político, el expresidente boliviano Evo Morales agradeció al presidente
de México, Andrés Manuel López Obrador, porque le “salvó la vida”, denunció un
golpe de Estado que lo llevó a renunciar el domingo pasado, y advirtió que
desde el exilio seguirá “en política, sigue la lucha”. En unas breves palabras
con la prensa aglutinada alrededor de la pista de aterrizaje, Morales reveló
que el pasado 9 de noviembre, un cercano le enseñó un mensaje de un comandante
de las fuerzas armadas que le ofrecía 50 mil dólares para entregarle al
entonces mandatario, que ahora parece recobrar su tranquilidad en México.