Desde candidato pidió visitar al presidente de México, pero el gobierno mexicano prefirió agendarlo posteriormente a las elecciones presidenciales de argentina, en donde resultó ganador. La prioridad del Presidente Andrés Manuel López Obrador,
es el ataque a la corrupción y la
recuperación de su país de manos de la
mafia empresarial y no e la
espectacularidad del liderazgo internacional, pese a los deseos de las fuerzas
progresistas latinoamericanas, que toman oxígeno después de unos años de
decepciones. La victoria del presidente México fue la primera bocanada de aire
fresco, así lo quisieron interpretar, aunque distaba mucho de los intereses del
mandatario mexicano. Tampoco la actual coyuntura ha motivado un entusiasmo
especial, por mucho que algunos gobernantes, como el venezolano Nicolás Maduro
el pasado fin de semana desde La Habana, quieran abrir un nuevo ciclo, como el
que en su día llegaron a formar Lula, Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Evo Morales
y Rafael Correa, bajo el paraguas ideológico de Fidel Castro, que se
encontraba vivo.Fernández impulsa un
vuelco en la política económica argentina para promover el consumo y el crédito,
y de inmediato, casi con todo y la
banda presidencial recién estrenada, lo primero que quiso es venir a México,
situación diferente, a la del Papa argentino.