miércoles, 16 de mayo de 2018

SE CORTA MARGARITA


















De manera  inesperada  y abrupta, -minutos después de haberse registrado en el país un temblor de 5.2 grados sin daños-, renunció Margarita Zavala a su candidatura a la presidencia de la República, y también minutos antes de entrar a grabar un programa de televisión en donde sería entrevistada por los comentaristas de Televisa. La candidata independiente no se ha pronunciado  si tal renuncia es consecuencia a una declinación para los candidatos del PRI o del PAN que se encuentran en coalición con otros partidos, y  con quienes coincide en el desprecio a López Obrador, candidato de “Juntos Haremos Historia” o una aburrición electorera de su conducta mentirosamente caprichosa.  La candidata que trató  de mantener una imagen de aguerrida, no ha dado la cara frente a su declinatoria ni  una manifestación de respeto para quienes la querían apoyar con su voto. Ahora las autoridades electorales tendrán que realizar  nuevos gastos para la adaptación del debate que está programado para el próximo domingo y para la impresión de boletas electorales por una acción sorpresiva de  aquella que decía velar por el patrimonio  del Estado mexicano y su estabilidad.  México se  acerca a las elecciones presidenciales más importantes de su historia,  aunque no será la  cuarta revolución como algunos dicen, pero  cuya contienda  está  compuesta, entre votantes cuya determinación  de elección es firme y meditada y aquellos otros que son susceptibles a ser engañados por los medios, por los partidos, por la guerra sucia y por candidatos fantasmas como lo fue Margarita Zavala, creación de Peña Nieto para desviar votos en favor del movimiento morenista. La renuncia de Margarita Zavala y su irrespetuoso silencio, indica que  sus planes fueron alterados por una mano ajena a ella y que en los últimos minutos deberá esperar indicaciones  de su destino.  La salida de Zavala, también es indicación de que Andrés Manuel López Obrador se encuentra muy arriba en las preferencias que Meade y que Anaya, mucho más de lo que podría pensarse; al grado de que se han tenido que improvisar fichas estratégicas.  La llegada de López Obrador a la silla presidencial parece irremediable  salvo que ocurra un magno fraude electoral  o estemos a unas semanas de presenciar una tragedia.  Por lo pronto ha quedado claro que Margarita  Ester Zavala Gómez  del Campo,  trató de venderse como una política moderna con soluciones  prácticas para el país,  pero que nunca dejó de ser,  únicamente, “La Esposa de Calderón”,  y  también una  cónyuge, que no sabemos si es panista o priísta.