Cristina Pacheco que ha logrado hacer del
programa AQUÍ NOS TOCO VIVIR un clásico del canal once; recibió la presea
Emilio Azcárraga que se entrega dentro de Los Premios Bravo que dirige la
señora Silvia Pinal. La periodista que es una brillante charlista y que describe con facilidad el Cómo, porqué,
con quién, dónde y desde cuándo, en el
entorno de la vida de personas que aparentemente se encuentran en el anonimato de la
cotidianidad urbana; es una periodista, que sin embargo, no se ha comprometido con el periodismo crítico y social
aunque la descripción de la fachada
urbana lo parezca. En la noche de
premiación, Pacheco nos señaló encontrarse agradada y agradecida por su reconocimiento y por haberlo recibido entre personas que admira y de informadores reflexivos. La homenajeada también señaló, que en México “tenemos un periodismo como
necesitamos tenerlo” y renunció a
comentar al respecto de la libertad de expresión que se guarda en este
momento en nuestro país, y paradójicamente,
se excusó que no era el momento para hablar de la libertad de expresión,
justo cuando estaba a punto de recibir
un premio como periodista. Con lo anterior, se demuestra que Cristina Pacheco es reconocida por el televidente que no gusta del periodismo de fondo pero
también que es reconocida por el sistema, con el cual se ha llevado de la mano. Tan sólo hay que recordar que su apellido -Pacheco-
lo adoptó por haber estado casada con el escritor José Emilio Pacheco quien
trabajó muy de cerca con el gobierno federal. Sin duda alguna, cualquier ideología siempre
será respetada por muy desorientada que
para una corriente parezca, pero eso no
significa que defender el pensamiento humano
sea cuestión de momentos o de
estado de ánimo sino de aceptaciones, ya
que evadir éstas, significa ocultarlas a conveniencia , y éso, sí es
criticable, y más tratándose de una periodista.