lunes, 2 de octubre de 2017

2 DE OCTUBRE CASI SE NOS OLVIDA
















Han pasado 14 días de aquel mensaje  en el Whatssfon de una compañera reportera  que desesperadamente pedía  en su llamada,  se atendiera su auxilio para que no se removieran los escombros con maquinaria pesada  y no se revocara la búsqueda  de más  personas vivas o sus cadáveres entre los escombros, como producto de los derrumbes  ocasionados  por el terremoto del pasado 19  de septiembre. En el llamado se acusaba como principal responsable del desistimiento de rescate, al Gobierno Federal y  a las Fuerzas Armadas del país. Después  se desmintió la llamada de auxilio, en razón  de que las maquinarias únicamente  se habían utilizado para levantar ciertos escombros que impedían la búsqueda  hombre a hombre y cuerpo a cuerpo, pero sin utilizar las pesadas máquinas  con el fin de levantar los escombros  con personas atrapadas  con vida o muertas. Aquella indignación social  por el supuesto atropello que anunciaba esa  inexacta o falsa llamada, parece haberse   derrumbado al igual que la inquietud del rescate que se sigue efectuando  en el Edificio de Alvaro Obregón 286 de la CDMX; en donde hoy 2 de octubre,  casi se nos olvida que aun se  está efectuando la búsqueda  para localizar cadáveres y que apenas ayer todavía se tenía la esperanza de  encontrar vidas. Aquellos que tanto  se mantenían al pendiente de que no existieran  órdenes  de usar maquinaria pesada para remover escombros, ahora poco a poco han regresado a su normalidad y pocos son los que no se han olvidado  del mencionado inmueble  de donde se han sacado 41 cadáveres  y se esperan rescatar por lo menos otros ocho más.  Alrededor del derrumbado edificio de Alvaro Obregón,  todavía permanecen  entre las piedras, los familiares en campamento esperando los cuerpos de sus consanguíneos, en donde  los acompañan  muy pocos voluntarias y el equipo de rescatistas –porque muchos de los que estaban  auxiliando y alentando, ya se han ido- y ya nada queda  de los primeros impetuosos voluntarios   en brindar ayuda y en defender, la no demolición de los escombros. Incluso vecinos del lugar, ahora desean se  interrumpa la búsqueda, debido a la  emanación  volátil de cuerpos en descomposición  que aumenta de intensidad. El resto de los habitantes de la Ciudad, vecinos  del lugar y sobrevivientes del terremoto, regresan a sus actividades cotidianas  y el pasado fin de semana se establecieron los lugares de entretenimiento de la metrópoli. Muchos  ya han cerrado el primer capítulo  de la tragedia,  y ahora centran toda su atención por  empacar víveres y realizar actividades masivas  y espectáculos en favor  de los damnificados por el sismo, olvidándose  de los atrapados  que no han logrado ser encontrados  ni con el rescate  heroico  y dramático  que aun continua en el gigante aplastado de las calles de Alvaro Obregón, en donde han desfilado diferentes Topos y rescatistas  internacionales que en su mayoría  ya regresaron con la bandera en alto a su país, mientras que hasta hoy, aun no se han podido cerrar las historias de los pocos que todavía están  atrapados en el multicitado inmueble.  Ya comienzan los planes de gobierno para la reconstrucción, los programas emergentes de rescate económico, las cruzadas y colectas  post-sismo   en ayuda de los damnificados e incluso  ya se reinició la Temporada  del fútbol mexicano de primera división,  al igual que la programación habitual de los noticiarios. Lo que no termina es el desentierro  que está por cumplir más de 384 horas de búsqueda  de cadáveres y un posible milagro de vida. Ahora el gobierno se muestra más constante y paciente que los ciudadanos que se decían desesperados por encontrar cuerpos.  La búsqueda de seres humanos enterrados por el terremoto nos impide clausurar en poco la tragedia que  sigue permanente  hasta hoy dos de Octubre, con todo y que casi se nos olvida.