martes, 3 de octubre de 2017

LOS DOS 19 DE SEPTIEMBRE DE UN SOLO MEXICO


















¿Cómo se sintió  cuando tembló el 19 de septiembre de 1985? Era la pregunta ocurrente  cada vez que temblaba, por parte de las generaciones de mexicanos que no vivieron ese terremoto y que aun eran muy pequeños. La respuesta se obtuvo de manera vivencial cuando el pasado 19 de septiembre, ahora del 2017, se repitió otro terremoto en nuestro país con menores dimensiones de daños y víctimas pero con mayor intensidad  en cuanto a la sensación  del movimiento. En un ejercicio realizado por ACTITUD al MOMENTO , confrontamos a la nueva generación  con la anterior, en un interrogatorio respecto al terremoto del 85 que nos dio como resultado un comparativo  entre semejanzas y diferencias. La preguntas y las respuestas fueron las siguientes: -¿Anteriormente se hacían simulacros de sismos? –No. Aunque existían  antecedentes históricos  de temblores fuertes en la Ciudad de México,  como el temblor de 1911 que derrumbó el Palacio Cívico  Central de la capital y el muy recordado temblor de 1957 que tumbó a El Angel de la Independencia y otro que derrumbó una torre de la Universidad Iberoamericana ; en realidad no existía  un manual de protección civil al respecto ni la alerta sísmica  que pudiera regalarnos instantes de precaución que pueden salvar una vida. Tampoco se daba importancia al reforzamiento de medidas  de construcción ni era un punto de preocupación  para las Empresas y los funcionarios. Fue a partir del 85 que los temblores  se vieron de otra manera, se modificó el reglamento de construcción más no su vigilancia estricta debido a la corrupción y que se reflejó claramente con la caída de algunas construcciones en este temblor del 2017, en donde aparentemente las edificaciones  habían cumplido cabalmente con las normas oficiales mexicanas.  ¿Cómo se comunicaron las personas con sus familiares después del temblor? Para la mayoría fue imposible hacerlo.  Se interrumpió la energía eléctrica y la telefonía  entró en caos.  En el 85 no se contaba con internet ni con teléfonos  celulares,  ni con las redes  sociales que se dispararon  sin descanso en el terremoto 017 en donde se pudieron apreciar derrumbes e incendios  en tiempo real. Las casetas telefónicas entraron en colapso (aunque posteriormente funcionaron de manera gratuita por muchos años) y en las pocas zonas que si se contaba con servicio de luz, no había manera de informarse por medio de la televisión ya que la cadena de cobertura nacional, interrumpió  sus trasmisiones al  colapsarse  sus instalaciones. Por lo que la única alternativa era la radio que  se salió de su programación habitual para informar el estado de la ciudad y leer largas listas de reportes  en que las personas anunciaban encontrase a salvo y su sitio de localización. Las noticias internacionales difundían como noticia, la desaparición de México por el terremoto. Para saber cómo se encontraba el otro, lo mejor  era el traslado físico pero que se veía interrumpido ante calles cerradas con intenso humo  o porque los peatones se detenían en el camino para sacar a personas entre los escombros si  se topaban con el área afectada, clara   diferencia al terremoto 017 en donde la población civil salió a las calles en busca directa de los posibles afectados. ¿Cómo reaccionaron los medios de comunicación?  La manipulación de los medios informativos en México es algo más que una tradición, es una política de Estado que ha dado sustentabilidad  a su  gobierno, por lo que el 19 de septiembre del 85 no fue la excepción, el Presidente de la República se aisló del problema y no ordenó la suspensión de garantías, mientras que la radio tomó una fuerza importante que después ya no abandonaría hasta nuestros días con todo y las nuevas vías de información.  Un año después  del terremoto, México fue un aparador  en el mundo sobre su adelantó tecnológico en comunicaciones al ser la señal máter del Mundial de Futbol  cuya final fue en el Estadio Azteca  en lo que fue el evento más visto  en la década de los ochentas.  ¿Cómo era el humor social?  Antes del 85 se podía observar más alegría en las calles con todo y que México  todavía no salía de la crisis más grave  hasta ese momento en su historia , que fue la devaluación del 82 y la mal llamada: “nacionalización de la banca” y la eliminación del Dólar por el peso.  Durante las primeras horas  posteriores al terremoto todo era pánico y posteriormente se convirtió en un trauma postraumático irreversible que se contagió a las generaciones venideras que ahora vivieron su propia experiencia en el 017.  ¿ Cómo actuó el crimen organizado ante el terremoto del 85? La palabra Crimen organizado  existía pero casi no era utilizada más que para señalar a algunos traficantes de Marihuana.  En el 85 resurgió  la solidaridad entre la población  y en ésos años el crimen organizado estaba más controlado y no se anunciaban sus crímenes en las primeras notas de los noticiarios. La delincuencia  en el terremoto se hizo notar por aquellos que aprovecharon las casas derrumbadas para robar o por parte de algunos rescatistas, incluyendo a los malos elementos del ejército, pero que  fueron los menos.  Los edificios de impartición de justicia estaban inoperantes y derrumbados los edificios del poder judicial.  ¿Cualés fueron las necesidades más urgentes que atender? Lo primordial era el rescate de personas entre los escombros entre los mismos ciudadanos al verse superadas las unidades de emergencia y obtener agua para los hospitales y las habitaciones.  ¿Qué edificios captaron más la atención? El emblema como en el 2017 fue el Edificio de la Avenida Alvaro Obregón, el multifamiliar de Tlalpan y el Colegio  Enrique Rébsamen, en el 85 lo más impactante fue Tlatelolco, El Hospital  Juárez, El Hotel Regis, Televisa Chapultepec entre muchos otros.  ¿ Cuánto tardó la reconstrucción?  Muchos edificios ya no fueron recuperados, cambió totalmente la fisonomía de la ciudad llena de recuerdos. Los albergues y damnificados   duraron años y en algunos casos hasta décadas en que las personas vivieron en campamentos , ante un gobierno verdaderamente corrupto e inoperante y cuyos necesitados eran importantes para su estrategia electorera.  Todo terremoto genera cambios  pero el ocurrido en el 85 dejó secuelas imborrables  que hasta fueron capaces de resurgir en los nuevos terremotos.  Así terminaron las preguntas y respuestas de dos generaciones sobrevivientes  que se asemejan en  sufrimientos, frustraciones  y en el fondo hasta  en  sus sueños  que  se niegan a derrumbarse, tal y  como se ha derrumbado  en dos ocasiones, la estampa de la Ciudad de México. Más en www.somoselespectador.blogspot.com