jueves, 23 de marzo de 2017

PEÑA NIETO NO CORONA EL POPULISMO












El presidente Enrique Peña Nieto alertó que existe un panorama global de descontento contra las instituciones, lo cual, genera riesgos de que los ciudadanos opten por gobiernos populistas, “que postulan soluciones aparentemente fáciles, pero en realidad cierran espacios de libertad”.


Al inaugurar la 80 Convención Bancaria, cuya temática es El dilema global liberalismo vs populismo, el mandatario nacional afirmó que factores como desigualdad y volatilidad financiera causan, que en el concierto global, los ciudadanos opten por opciones políticas que les ofrecen “salidas fáciles”.

En Acapulco, acompañado de líderes banqueros y autoridades del sector financiero, manifestó: “a qué me refiero cuando hablo de populismo, a posiciones dogmáticas, que postulan soluciones aparentemente fáciles, pero que en realidad cierran espacios de libertad y participación a la ciudadanía”.

A su parecer, “durante la última década hemos observado y padecido situaciones complejas, como la desaceleración económica en diversas regiones, la caída en el precio de las materias primas, notablemente en el petróleo, así como un entorno de volatilidad financiera y aversión al riesgo”.

Dichos factores junto a la desigualdad social han “provocando serios cuestionamientos a los fundamentos del liberalismo, incluyendo el libre mercado y generando un descontento ciudadano hacía las instituciones”.

Ante ese escenario global, el jefe del Ejecutivo consideró que “el riesgo de que las sociedades opten por salidas ilusoriamente rápidas va en aumento, este escenario no es del todo desconocido, en la historia del mundo existen ejemplos de cómo la llegada de doctrinas extremas, terminan lastimando las condiciones de vida de la población, profundizando aún más el descontento ciudadano”.

De acuerdo con Peña Nieto, las lecciones dejadas por la historia de gobiernos con doctrinas populistas es  “que no hay salidas fáciles ni soluciones mágicas, por el contrario, la mejor ruta para superar los retos de un país es asegurando las condiciones para que cada persona puede desarrollar todas sus capacidades”.

En 2012, cuando asumió la Presidencia de la República, recordó que se enfrentó al dilema de gobernar siguiendo la inercia o de gobernar para transformar la vida de los mexicanos. Con decisión optamos por la transformación nacional, impulsando un gobierno que ha puesto en el centro de las políticas públicas al individuo y a sus libertades”.

Reconoció que la ruta de la transformación del país “no ha sido fácil, en ocasiones ha implicado tomar decisiones complejas para eliminar barreras que por largos años frenaron nuestra potencial” y dijo que los cambios emprendidos por su gobierno vislumbran una modernización del país.