Ante la guerra mediática que exhibió a Donald Trump como el villano de la película en la lucha por la presidencia de los Estados Unidos en donde lo dibujaron como racista, demente, imperador, invasor, misógino y otras características que en todo caso no han sido privativas de ninguno de los anteriores presidentes de los Estados Unidos, es por lo que la comunidad mexicana que vive de manera legal en los Estados Unidos y quienes transitan constantemente entre México y Estados Unidos se encuentran preocupados por la llegada del barrigón a la presidencia lo que ha sido provocado por su mensaje poco diplomático del político pero principalmente por haber sido distorsionado tal mensaje por aquellos interesados en ganarle la contienda a quien hoy ya es el Presidente Virtual de los Estados Unidos y con ello, tratar de sembrar terror entre los ciudadanos. Es claro que ningún país del mundo desea tener en su territorio a extranjeros ilegales ni siquiera México y también es claro que ningún país del mundo puede presumir de no necesitar talentos ni presencia laboral extranjera, incluyendo a México. Es claro que Trump tendrá que cumplir con quienes le otorgaron su voto para estimular la actividad laboral entre sus naturales y ser más efectivo en el control de extranjeros ilegales en su territorio y decimos ser más efectivo porque estrictos siempre lo han sido, todos los que han llegado a ser presidentes de aquella vecina nación. Pero también es claro que los mexicanos con residencia legal en los Estados Unidos y aquellos que quieran internarse de manera legal a dicho país, lo podrán seguir realizando sin problema alguno. Por otra parte es una desgracia que las restricciones y abusos estadounidenses también seguirán existiendo al ser un país imperialista y violador de los derechos humanos y humanitarios cuyo proceder no necesita un muro de por medio para proceder de dicha manera y cuyo actuar no lo ha implantado Trump aunque sí lo quiera alimentar. En la campaña presidencial de los Estados Unidos ha resultado en todo caso, más temeroso el silencio que guardó Hillary Clinton que nunca se comprometió a manifestar cual sería su política migratoria que los propios rechazos manifestados por Trump a las internaciones ilegales. El actuar de Donald Trump será tan incierto como de cualquier gobernante que llega a ocupar un mandato presidencial por primera vez pero lejos estará de ser el glotón agresivo de su campaña política, por lo que ya en su primer discurso señaló que Estados Unidos será amigo de todas las naciones. Lo que es una realidad es que las imprudencias que pueda tener Trump serán más notorias a las que tuvo Obama, Bill Clinton (quien también construyó paredes antimexicanas), los dos Bush y sus antecesores. Los mexicanos deberíamos ser experimentados en el tema al haber vivido en carne propia el sexenio presidencial de Vicente Fox quien siendo un bravucón imprudente e ignorante prometió una cacería de brujas en contra de los priístas, de los empresarios corruptos, de abrir el FOBAPROA y sin embargo terminó siendo un amansado amigazo de Elba Esther Gordillo. Lo anterior no elimina la preocupación de verdad y seria, por el dominio abusivo de Estados Unidos para México y todo el mundo y esperar la rectificación urgente que debe producirse de aquellos mexicanos que pueden llegar a ser líderes de opinión como Vicente Fernández y que muestran un enorme valor para entrometerse en la política exterior pero una enorme cobardía para enfrentar al gobierno corrupto de su propio país.
