En Washington, la jefa de la misión
observadora de la Organización de Estados Americanos, Laura Chinchilla, declaró
este lunes que no existe "un esfuerzo sistemático" para trampear la
elección presidencial del martes en Estados Unidos.
Donald
Trump ha reiterado ante sus seguidores que existe la posibilidad de fraude para
beneficiar a Clinton en las elecciones. Pero según Chinchilla las denuncias
recibidas "vienen por igual" tanto de demócratas como de
republicanos, y generalmente se refieren a restricciones en el registro e
identificación de votantes.
Ya
millones de estadounidenses emitieron su voto, y las estimaciones indican que
la movilización de los electores latinos podría ser aún más decisiva en esta
elección de lo que fue en 2012, cuando inclinó la balanza en favor de Obama.
Nunca
tantos latinos –27.3 millones, cuatro millones más que en 2012; 12% del
electorado nacional-- han estado habilitados para votar en Estados Unidos,
según el Pew Research Center (PRC).