jueves, 12 de mayo de 2016

SOCIOLOGICAMENTE HABLANDO...

nuestra bella amiga Giovana acompañada de su señora madre, a quien también le agradecemos la existencia de esta bella niña.

Si tuviéramos que esclarecer una diferencia notable entre el ser humano y los animales, desde una perspectiva de especie, tendríamos que apelar a lo complejas que son las relaciones sociales y de convivencia entre nosotros, si bien los animales desempeñan roles distintos en manda, tales como protectores, reproductores, distintos tipos de machos y hembras no se comparan con la dificultad que representa el tener amigos, pareja, amante o lo que sea, no solo en lo que es visiblemente obvio, sino en todo lo que dichas relaciones traen atrás, la carga de emociones y papeles a cubrir es impresionante.
 Podemos ayudarnos mutuamente, y esto obedece no solo a un instinto de supervivencia, va más allá de eso, se atraviesan factores que nos hacen ser humanos… la pasión, el placer, el dolor auto infringido, los sentimientos de bienestar y estabilidad que encontramos junto a una persona, no solo estabilidad económica, como se dice vulgarmente “el dinero va y viene” , sino mas bien sentimental, pero es curioso que dicha estabilidad sentimental termina siendo todo menos eso, no me gusta apelar tanto a la excusa cotidiana de la costumbre y la rutina, se me hace muy de hueva, pienso que se debe más a un constructo social de distintos patrones que hemos obedecido toda una vida.
En México vivimos una extraña clase de machismo/feminismo en el hogar del cual la mayoría de las familias son inconscientes. En la mayoría de los hogares mexicanos la ama de casa es una mujer abnegada, violentada en múltiples formas, sin mucha preparación académica o productiva, que limita sus labores diarias a la limpieza de su hogar y el cuidado de sus hijos y esposo, sin embargo es esa misma mujer la que toma la decisión o da el voto final en diversas situaciones, ¿no me creen?, ¿cuántas veces no hemos escuchado el famosísimo “dile a tu mamá a ver que dice”? típico de todo padre de familia, mismo padre que se las da de macho alfa, cuya autoridad no debe ser pasada por alto, algo incongruente ¿no?
Contrastante a lo anterior encontramos cifras reveladoras del alto índice de violencia hacia las mujeres que va en aumento en varios estados del país, ¿qué carajo pasa? La repetición de patrones familiares es el pan de cada día en nuestra realidad, el hombre provee económicamente, la mujer limpia la casa y cuida  a los hijos, hasta ahí encontramos un panorama alentador y socialmente aceptable, pero esto solo es el rol social reflejado de manera tangible, lo que pasa tras bambalinas es otra historia, la represión sexual de muchas mujeres, el temor de ser cuerneado que los hombres viven por parte de sus parejas y toda la gama de roles que nos echamos en la espalda.
Hace unos días estaba en casa de una amiga sin hacer mucho, mientras el silencio se hacia presente con el pasar de la noche escuchábamos la convivencia de sus padres en la recamara, los insultos y quejas manifestadas por parte de mamá hacia papá y viceversa se hacían presentes, ella se molestaba mucho por los pedos que el levantaba bajo las sábanas, él por lo sucia que estaba la casa, parecía algo bastante enfermizo y yo, con una incomodidad sobre humana no sabía que comentar o comenzar a chiflar para evitar el silencio, sin embargo no hizo falta, al final de la noche entre risas se desearon una bonita noche, se dieron un beso y se quedaron dormidos ¿Qué chingados pasó? Eso es algo que solo entre ellos dos saben, y hasta eso lo dudo. Más en www.somoselespectador.blogspot.com




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