jueves, 6 de noviembre de 2025

NOS QUITAMOS EL SOMBRERO Y HASTA LOS CALZONES

 





























Mientras el pueblo no tenga una madurez  en su criterio ni un firme conocimiento político, los aspirantes aun puesto de gobierno o de votación, tienen que ser cautelosos, por ello nadie podía alzar la voz para  señalar la vida  pública corrupta de Colosio  o de Ruiz Massieu  después de haber  sido   asesinados, o de  personajes de la farándula  como Raúl Velasco o Carmen Salinas  después de su fallecimiento. Y es que estamos totalmente de acuerdo  en que  es  una actitud ética no hablar ni de los  muertos ni de los ausentes, pues de hacerlo es un acto de cobardía, pero no lo es,   la opinión basada única y exclusivamente de su vida pública, política, artística y no personal, pues  de no ser así, tendríamos que abstenernos de opinar de   personajes importantes en la historia como Benito Juárez, Fidel Castro,  Simón Bolívar, Hitler,  Napoléon Bonaparte, Antonio López  de Santa Anna,  Augusto Pinochet,  Francisco Franco o Porfirio Díaz, ya sea para bien, para mal o para ambos sentidos. Independientemente de lo lamentable y deplorable de lo que resulta el asesinato al  Presidente Municipal de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, y sin  tratar de insinuar que fue un mal mandatario de su municipio, sí es cuestionable la manera   que ha sido utilizada su imagen para el clientelismo político, para golpear   al gobierno en turno y resulta aún más cuestionable su sustitución del cargo, mismo que fue  adoptado por su viuda  Grecia Itzel Quiroz cuyo nombramiento más que para establecer la eficacia de gobierno en aquel municipio de Michoacán  ha sido más bien  para calmar  la tensión del lugar  y a los provocadores que quisieran  que Michoacán fuera un foco de violencia  que se expandiera por todo el país como ocurrió en el sexenio panista espurio  de Felipe Calderón . Aunque la bancada pripanista   se ha alzado  con una bandera hipócrita  y oportunista de  Carlos Manzo, la realidad es que el finado  aseguraba que la violencia  en México  comenzó  debido a la militarización del país por parte de Felipe Calderón para ser cómplice del crimen organizado y robarle la presidencia a Andrés Manuel López Obrador.Más en www.somoselespectador.blogspot.com