jueves, 8 de marzo de 2018

mulĭer-ēris







































Difícil conmemorar y mucho menos festejar -como si se tratara de San Valentín-, El Día Internacional de la Mujer, en un Estado fallido como lo es México ante su descuido político, social y económico por parte de su población apática y corrupto gobierno.  No se puede defender  a la mujer por su vulnerabilidad cuando en nuestra descomposición social, todos resultamos vulnerables. La fragilidad de las Instituciones, la corrupción y la ausencia de la aplicación del derecho dejan expósitos  a los ancianos, a los niños, a los campesinos, a la clase obrera, a los desaparecidos y a sus familiares, a los periodistas, a los electores, a los estudiantes, a los desempleados, es decir, a todos y cada uno de los que conforman la estructura deteriorada por la violencia, degradación de los valores humanos, control mediático,trastorno político y económico, fractura educacional e institucional y atropello neoliberalista; es decir en el Estado malogrado, todos somos sujetos vulnerables de manera homogenializada , por ende, no solamente las mujeres a las cuales se les subestima al querer protegerlas, siendo que ellas también  forman parte de la autodefensa, ante la agresión del deteriorado Estado y muchas veces, son ellas las más protectoras, quedando  fuera de cualquier botín político traducido en el discurso demágogico.