A los golpes por no tener apoyo económico, por la falta de uniformes y los combates en el ring es a lo que se sobrepuso el boxeador Misael Rodríguez, quien este jueves ganó la primera medalla para México en las Olimpiadas de Río. El joven de 22 años dio un alivio a los mexicanos, que no habían conseguido ninguna medalla, al quedarse con el bronce en la categoría de menos de 75 kilos. Al terminar el combate de inmediato diferentes televisoras lo conectaron vía telefónica con su madre en donde Misael contuvo por instantes el llanto. Lo que no apareció fue la clásica llamada de enlace con el Presidente de la República como anteriores olímpicos. Será que a Enrique Peña Nieto se le está cayendo la cara de vergüenza por haber puesto como titular de la titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte en México a su cuatacho Alfredo Castillo como un acto de influencia y corrupción de su sexenio.
