La nula calidad moral y ética con que se muestra y caracteriza la candidata pripanista para la presidencia de la república, Xóchitl Gálvez, nos permite suponer con razón fundada de causa, que de haber sido ella y su equipo de campaña, los que hubieran sufrido el accidente que sufrieron los integrantes de Movimiento Ciudadano y el candidato para el mismo cargo, Jorge Álvarez Máynez, la inmoral política le hubiera sacado raja en su favor a tan lamentable acontecimiento. Aunque
la candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México expresó
sus lamentaciones por el accidente ocurrido en el evento de Movimiento
Ciudadano en San Pedro Garza García, Nuevo León, en donde al derrumbarse el
templete de campaña, salieron lastimados parte del equipo de Álvarez Máynez y
que trajo como resultado 9 muertos y al menos 121 heridos, lo cierto es que Gálvez no hubiera desaprovechado la oportunidad de
victimizarse de haberle ocurrido a ella tal accidente, tal y como ha lucrado
políticamente con la tragedia de las madres con hijos fallecidos o desaparecidos a pesar de la inconformidad de éstas, de las muertes
ocurridas por el accidente de la línea 12 del Metro de la CDMX, de los saldos
rojos de la mortal pandemia que enlutó a todo el mundo o de la desaparición de
los 43 estudiantes de Ayotzinapa, pesé a que se debió a un ataque de gobierno de los
partidos que ahora representa. Aunque la nefasta candidata ha demandado falta
de sensibilidad de sus adversarios y principalmente de la candidata puntera,
Claudia Sheinbaum, lo cierto es que sus estrategias inmorales y calumniosas de campaña, han venido de su
parte. Sus bajezas se desprenden de actos ajenos a sus rivales, que vienen desde acusar a los hijos del Presidente López Obrador de ladrones como hasta señalar a Sheinbaum de haber tenido a un excónyuge involucrado en actos de corrupción
ajenos a ella, como ajenos a Xóchitl ha sido la reclusión de su hermana por secuestradora o los actos vandálicos
de su hijo Juan Pablo. El lema de “en la guerra y en el amor todo se vale” es
la bandera sucia que debe erradicarse de la política y de cualquier
actividad humana, y que fue alimentada durante años por el plan de saqueo nacional. De haber sido
Xóchitl la victima del accidente en San
Pedro Garza Garza, el adefesio pripanista, ya hubiera señalado de atentado, dicho accidente, y hasta
no dudamos que hubiera fingido salir lesionada del mismo, aunque hubiera salido
ilesa. Y es que suponer una acción
inadecuada de una infame con antecedentes en el oficio de mentir, resulta
periodísticamente predecible más que insultante. Álvarez Máynez respecto al accidente, señaló que nunca había visto una cosa así, que incluso la lluvia duró menos de cinco minutos entre el suceso, y no ocultó estar consternado y que se mantendría al pendiente de las personas
lesionadas por este suceso, además de que se mostró afectado por la presencia
de una menor de edad entre las víctimas. Más en www.somoselespectador.blogspot.com