No quiero ser irrespetuoso pero si quiero ser objetivo, y muchos sabemos cual es el comportamiento de la mayoría de los reporteros y camarógrafos que asisten a conferencias de prensa o a cubrir actos de relevancia noticiosa, quienes se desviven por ser los primeros en alimentarse al servirse de una mesa botanera o apartar silla en los desayunos de las ruedas de prensa, pero incapaces de tener criterio propio, independencia y menos autonomía o iniciativa de rebeldía como la que hoy se presentó en la cámara de diputados al demandar "libertad de prensa", interrumpiendo la sesión y al no cubrir una conferencia de prensa de la bancada de MORENA en el senado. La mayoría de los gritones pertenecían a los medios golpeadores del gobierno lópezobradorista que son casi todos, y que no hubieran escandalizado si no hubieran tenido el permiso de su mandamás inmediato. De tratarse de un movimiento genuino, el grito no hubiera sido "libertad de prensa" sino "seguridad para empleados de la información y esclarecimiento de asesinatos a periodistas", y de ser protestas auténticas, estás se hubieran dado desde tiempos atrás, y no me refiero al sexenio sangriento de Calderón o de Peña -aunque los mandatarios se caracterizaron por no dar la cara a la prensa y no hacer ruedas de prensa como ahora también lo omite repetidamente Alfredo del Mazo-, sino que se hubieran opuesto a la exposición burlona y cínica en cada conferencia de prensa que hacía Silvano Aureoles en Michoacán o que arma Enrique Alfaro en Jalisco o de la manera pedante del gobernador morenista Cuitáhuac Moreno en Veracruz, y no de la manera y características como se presentaron en el legislativo y que podrían armarse nuevamente, en las próximas horas o próximos días, en las propias conferencias mañaneras del Presidente de la República, si consideramos las características éticas, morales y profesionales de los micrófoneros y cargadores de aparatos para registrar imágenes estáticas o en movimiento, en donde pocos son reporteros o camarógrafos de prensa profesionalizada. De provocarse un zafarrancho en la conferencia presidencial, los merolicos se toparán con un gran político que sabe contrarrestar embates con una propuesta firme y coherente bajo la aprobación de la mayoría del pueblo de México, por lo que nada más hay que preguntarle a Loret de Mola porque ataca al Presidente en vez de presentarse a las mañaneras para respetuosamente confrontarlo.