viernes, 30 de agosto de 2019

QUE LOPEZ OBRADOR ENCARE AL CONGRESO




















La legitimidad de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador,  se basa en un principio democrático y no en el fraude electoral como en el caso de Calderón y Peña, ni de la ayuda viciosa de los poderes factos, ni de la negociación partidista o electorera; por tal razón, no es entendible que el presidente más aceptado de los últimos años de la historia de México, no haya realizado los procesos necesarios para acudir al Congreso a rendir su primer Informe de Gobierno, ante legisladores que simpatizan o por lo menos han aceptado la austeridad republicana y ante aquellos otros ilegítimos, que luchan por recuperar el poder saqueador empresarial,  y sus beneficios políticos y económicos personales y  no basados en un proyecto de nación. El informe presidencial que era llamado “el Día del Presidente”, en donde todos los sectores y todos los poderes le rendían  honores al  titular ejecutivo con aplausos de diez minutos de duración, transmisiones en cadena nacional desde las primeras horas de la mañana hasta el atardecer, entrevista a su familia con Lolita Ayala,  y   un desfile de "lamehuevos", como ocurrió  en su máxima expresión con Díaz Ordaz, Luis Echeverria y López Portillo, pasó al reclamo frontal con Miguel de la Madrid, y principalmente con Salinas de Gortari; y que terminó en la cobardía de Fox, Calderón y Peña de entregar su discurso de labores por Oficialia de Partes, sin pisar la tribuna del Congreso. Aunque el actual presidente se enfrenta  cada mañana  de cara a la nación, ante los verdaderos oradores del sistema abusivo  empresarial  que son los medios de comunicación controlados,  también era pertinente que el presidente con su indiscutible legitimidad, acudiera a rendir su Informe de Primer año de Gobierno ante el Congreso de la Unión,   y no  en patios diferentes como acostumbraban sus últimos antecesores que buscaban el aplauso de  interesados y comprometidos “amigos”. Por lo que  hoy que el titular del Poder Ejecutivo ha rebasado a cualquier poder  que envuelve a nuestro país,  y que ha dado un paso atrás al nefasto neoliberalismo, es cuando debería regresar al mensaje  de  los tres poderes. Por muy Palacio Nacional que sea; el Informe Presidencial debe regresar  a la Cámara, cuanto antes posible, para restablecer el hilo político democrático, aunque el electoral, esta vez no haya  sido violado.