El simple hecho de haber aceptado un cargo para el cual no está preparado en lo mínimo, y cobrar y cobrarse de éste, ya hace a Jesús Ochoa una rata corrupta, que se niega a escuchar, a la mayoría de sus compañeros actores que al principio hasta lo defendieron y ya lo quieren fuera de su sindicato. La Asociación Nacional de Actores ha realizado una asamblea con requisitos de validez, para destituirlo de su cargo, en donde Ochoa ha contestado que por sus huevos seguirá ocupando su puesto, que le permite conseguir buenos papeles en Televisa y acaparar aparadores en entrevistas que contesta de manera burlona, salvo aquellas que le son a modo, como la realizada por la revista PROCESO, cuyo dueño se dice es padre de la esposa de Ochoa y cuya línea editorial está controlada en favor de la resistencia panista, para no perder privilegios del pasado.