sábado, 11 de septiembre de 2021

LO QUE NO SE HABIA DICHO DE AVANDARO

 

























































ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Las protestas estudiantiles en todo el mundo iban acercando a los jóvenes a nuevos pensamientos conceptuales que rompía con la familia disciplinada y con arraigos de control establecidos, situación que no fue una excepción en la sociedad mexicana, sino por el contrario el protaginismo juvenil y la protesta, pusieron muy nerviosos a sus  gobiernos lo que culminó con la matanza estudiantil de 1968 en Tlatelolco, ordenada por el presidente Díaz Ordaz, al querer acabar con el conflicto antes de la celebración de lo Juegos Olimpicos del 68. Desde ese momento todo lo que fuera agrupación juvenil para la dictadura presidencialista en México, sonaba a peligro y más si se acompañaba de rock, al grado que protestas  en contra de la matanza del 68 con el lema de "Dos de Octubre no se olvida", culminaban en abusos  policíacos  y nuevas matanzas como la ocurrida el 10 de Junio de 1971. El gobierno ya contaba con intelectuales orgánicos pero no era suficiente para la manipulación social y poner a la sociedad en contra de la juventud que debería aprender que su única rebeldía era comerse un helado sin permiso de sus padres, pecado  mayor en el que incurría César Costa y Angélica María.  Con el fin de borrar  el acontecimiento de las matanzas estudiantiles que se guardaban en la memoria colectiva de la sociedad mexicana, tenía que ocurrir un escándalo mayor, y a tres meses de la matanza del jueves de Corpus del 71, ya se estaba organizando un magno festival de rock para el 11 y 12 de septiembre  en Avándaro cerca de Valle de Bravo en el Estado de México. La organización del Festival de rock que debía ser dimensionado, corrió a cargo de Luis de Llano Macedo, un productor de Telesistema Mexicano, lo que hoy es Televisa, y con políticas casi idénticas a las de nuestros días. Lo que fue un evento que ahora se denominaría "light", la prensa comprometida con la política antidemocrática, se encargó de hacer pasar el evento de rock como una reunión pervertida, de excesos y libertinaje y cuyo culpable era el rock, por lo que la repetición mediática se encargó de etiquetar a la generación setentera como una generación retorcida, aunque por otro lado en la televisión se vendía a un "Loco" Valdés con chicas enjauladas en minifalda. Sin embargo después de Avándaro, el Presidente Echeverría prohíbe los conciertos de rock en México con la venia de los padres de los jóvenes, convencidos del mensaje oficial que el sueño dorado de toda familia es el matrimonio de las hijas no rockeras, y un Titulo de licenciatura de los hijos no rockeros. El rey Bátiz y su guitarra triunfaba en los Estados Unidos  con rock en inglés, mientras que de los pocos grupos supuestamente rockeros que siguieron con un éxito, también supuestamente  clandestino, fue El TRI de Alex Lora acompañado de una chica llamada Chela, que hacía imaginar a los jóvenes  aquel momento, que se decía ocurrió en el festival de Avándaro en donde  una joven, de nombre Alma Rosa González López,  se despojó de su playera para mostrar sus senos y para desde entonces ser nombrada "la Encuerda de Avándaro".  El Tri que nació en 1968 grabó dos discos dedicados a Avándaro,  lo que llamó poderosamente la atención de los jóvenes quienes los escuchaban casi a escondidas, ante el enojo social de los adultos por escuchar esa música satánica y no la  adecuada que era la que  proporcionaba Televisa, en ese entonces televicentro   al fusionarse, televisión independiente de México con telesistema Mexicano. Sin embargo detrás de EL TRI  y su falsa rebeldía social, se encontraba un apoyo y aceptación  del gobierno y del monopolio televisivo, que no los proyectaba en pantalla ni mucho menos  en los programas de Raúl Velasco, pero si de manera paralela y popular.  Aunque EL TRI se mantuvo de los grupos más famosos de nuestro país, al tener como atractivo que sus temas musicales ya eran en español, fue el Teatro Ferrocarrilero, el lugar que albergaba, grupos de rock  más genuinos como el Zig Zag, formado en 1973 e integrado por Héctor Ortiz (voz y teclados), Ernesto Palestino (bajo y vocales), Gerardo Uri Gómez, Roberto Nieto (guitarras, vocales y teclados), César Berra (batería y vocales), Rafael Bustamante (teclados y vocales) y Francisco Torres (teclados y vocales), pero cuyos conciertos se realizaban en el local del sindicato ferrocarrilero -que ha sido históricamente de los más  corruptos-, y  todo se realizaba con  la asociación de la compañía musical  de Luis de LLano, mismo que organizó la trampa al rock en Avándaro. La difusión internacional del grupo estadounidense KISS, cuyos cantantes se pintaban la cara diabólicamente, no podían pasar desapercibidos en México, por lo que se trató de contra restar con bandas como Crystal y Acéro, Botellita de Jérez y otras. Después un rock no tan pesado, comenzó a abrir las estaciones de radio en México, pero con abundancia del idioma inglés, mismo que se impartía como segundo idioma desde la educación primaria en México, pero  premeditadamente bajo deficiencias en su enseñanza, por lo que resultaba un rock más musical que de conceptos, al no ser de todos entendido,  lo que despertaba un interes mayor pro aprender el idioma que estaba mal enseñado en la escuela, como otra trampa de dominio estadounidense. Con la ola del rock en España y en Argentina, al prohibirse la música en inglés debido a la guerra en contra de Inglaterra quien se adueñaban de las Islas Malvinas, fue que el rock regresó a México y a toda Hispanoamérica, en donde un concierto monumental después del ayuno de aquel festival de Avándaro, fue el realizado por el rockero español Miguel Ríos, después creció la popularidad del argentino Miguel Mateos y otros grupos españoles, argentinos y mexicanos, y la televisión permitió incluso el nacimiento de Gloria Trevi, que no era propiamente rockera pero tenía actos de rebeldía como desnudar a sus espectadores con ayuda de otras jovencitas, que después estuvieron envueltas en asuntos legales de corrupción de menores. Entre todo este menú rockero también seguía El TRI, a quien el público justificaba le gritara Puto y le mentara su madre, a los Presidentes mexicanos  que llegaban por la vía del fraude, incluso a Vicente Fox que  sí ganó la Presidencia sin el tradicional fraude electoral pero después traicionó el voto que le fue otorgado. Aunque realmente, las denuncias hechas gritos por parte  de Alex Lora, no se trataba de una expresión genuina sino como parte del juego de control.  Ahora el TRI sigue siendo parte de la falsa del rock de  rebeldía en México, ya que aunque el país cuenta con un gobierno democrático y ahora si contrasistema neoliberal,  la banda  no  se actualiza a los nuevos tiempos y sigue agrediendo a la figura presidencial, representada por Andrés Manuel López Obrador quien ha adoptado una política que El TRI demandaba en la letra de sus canciones, pero al tratarse solamente de una pose por lo antes narrado; es que siguen con el grito de puto al presidente en turno, aunque ahora ya sin el apoyo colectivo que en más del ochenta por ciento respalda al lópezobradorismo, por lo que El Tri ha tenido que moderar sus gritos, aun no habiendo censura ni control en la agrupación como subterráneamente ocurría, y como el mismo Presidente López los delató al llamarlos “rockeros neoliberales”. El festival de Avándaro  en donde participó El Tri, y cuyo evento masivo que el día de hoy cumple 50 años de su realización, finalmente cumplió su objetivo, que era magnificar un evento, al grado que  pudiera alcanzar las dimensiones de las matanzas estudiantiles de Díaz Ordaz en Tlatelolco  y de  Echeverría  con El Halconazo  . Más en www.somoselespectador.blogspot.com