sábado, 29 de septiembre de 2018

SE VA PEÑA; REGRESA CARMEN ARISTEGUI















Después de casi medio sexenio de ausencia de los medios convencionales por parte de Carmen Aristegui en lo que muchos llaman un veto presidencial, después de que la periodista sacó a la luz pública una propiedad lujosa y supuestamente  obtenida por cobro de favores y uso de sus funciones, por parte de Enrique Peña Nieto, y de que el Presidente electo, Andres Manuel López Obrador haya señalado en una entrevista, que trataría de procurar el regreso a la radio  de Carmen y José Gutiérrez Vivó;  el día de ayer Organización Radio Centro dio a conocer un convenio comercial con Aristegui, para que su programa que realiza por internet, también sea transmitido por las frecuencias del FM de Francisco Aguirre Gómez, a quien por cierto en su presencia y durante la campaña presidencial, López Obrador lamentó la salida de  Gutiérrez  Vivó y de la propia Carmen Aristegui. La contratación de la comunicadora por parte de Grupo Radio Centro bajo  las condiciones de continuar con “Aristegui Noticias” es un golpe estratégico de un radiodifusor que no es un improvisado y sabe a perfección el negocio radiofónico.  Y es que con tal operación se matan varios pájaros de un solo tiro. En primer término se complace al nuevo Presidente de la República, (como ha sido la tradición de Radio Centro), al adelantarse a contratar a Aristegui, cunado siempre la había pretendido Grupo Fórmula. Segundo, la programarán, a partir del 17 de octubre, en  la frecuencia 97.7 del FM, que es la estación de GRC que ha presentado más baja audiencia de este grupo poderoso, al grado de haberse presentado un escándalo por supuestos malos manejos para aumentar sus ratings, en donde se involucró el locutor  Toño Esquinca, quien daría cantidades de dinero a quien respondiera que sintonizaba en su radio, las estaciones Alfa y la 97.7; por lo que el informativo de Aristegui podrá levantar a dicha estación musical.  Sin embargo, el regreso de Carmen Aristegui  a la  banda de la radio abierta, quizá traerá las primeras consecuencias de que ahora exista un nuevo gobierno, ya que la opción no censurada obligará a otros noticieros a utilizar nuevos métodos si es que no quieren quedarse atrás, por utilizar sus viejas recetas que maquillan la realidad,  con tal de que se complazca al presidente en turno o porque intereses chayoteros y extrainformativos, así se los demandan. Ante radioescuchas  que en su mayoría han votado por el cambio de gobierno y de métodos, y por la opción lopezobradorista,  ahora  la audiencia tendrá que ser enamorada por los Ciros, los López-Dórigas, los  Josés Cárdenas y los arrepentidos Ruiz Healys o sino lamentar hablar en soledad, como le ha ocurrido al propio Carlos Loret de Mola, quien a su llegada a Grupo Radio Centro por Universal 88.1, con su noticiario matutino, no ha logrado aumentar o al menos  duplicar, los índices de audiencia que en esa estación, provocaban los programas “El Club de los Beatles” y  “La Carambola”. No podemos saber si la cuarta transformación del país  planeada por López Obrador, también pueda traer como consecuencia indirecta o directa y sin necesidad de  censurar, la posible  jubilación de los defensores del sistema, cuyas malas intenciones, ahora únicamente sirven para ponerse al servicio de los políticos  que forman la resistencia más que la oposición, y así, dar paso a  la llegada de nuevos comunicadores que antepongan ante el micrófono, la veracidad y su autonomía, antes que la mercadería de su palabra.  A su regreso a la radio del FM, Carmen Aristegui señaló que este retorno es un golpe a la censura y un paso a la libertad de expresión. Y es que no importa las tendencias políticas o preferencias doctrinarias de cada  analista o comunicador, pero es sano, expresarlas en la mesa y no navegar como un comunicador sin tendencias más que la narración de la noticia y sin intereses creados.  Por su parte, el otro empresario de Grupo Radio Centro,  de nombre Juan Aguirre,  acompañó a Carmen Aristegui  a la  Conferencia de Prensa para difundir su regreso, y señaló que para la empresa es un hecho histórico llevar a la periodista a sus micrófonos, ya que desde que ella salió del aire, se quedó un mercado desatendido, a lo que la periodista a la vez,  llamó un fenómeno de la represión política y empresarial. Sin embargo, nosotros pensamos, que mientras el periodista no sea bien pagado por el simple hecho de hacer periodismo y no de sus relaciones públicas y que se mantenga su plena autonomía aún participando en un medio de comunicación, los intereses siempre aparecerán  a diferencia de aquellos que sostienen sus propios medios o con afinidad en sus patrocinadores.