jueves, 9 de agosto de 2018

NUEVA ALBA PARA ELBA













Elba Esther Gordillo ha sido una presa política al haberla juzgado por  supuestos delitos, que no cometió al  no ser procedentes y que se le ha disculpado por otros, que cometen la mayoría de los líderes sindicales que han convertido estos aparatos en auténticas mafias a costa de los trabajadores y sus derechos.  La cárcel le costó como rebeldía al presidente Peña Nieto al cual encaraba públicamente que provocó un manoteo en su gobierno carente de legitimidad  y quería hacer notar en apariencia que él haría lo que dejó de hacer Fox quien intimidó políticamente con Gordillo. Tal y como se utilizó de manera política la aprehensión de la exlíder del sindicato d elos trabajadores d ela educación, ahora su liberación también es utilizada políticamente, al dictarle una sentencia de inocencia justo el día y horas antes de que López Obrador recibiera su constancia como Presidente electo, con lo que se pretende generar dudas de que el nuevo presidente libera a Gordillo, cuando éste, todavía ni si quiera gobierna, pero que tal acción puede proporcionar armas de ataque al nuevo gobierno por parte de los partidos que en agonía, aún defienden sus afanes de saqueo al país y no se rinden ante la arrollante victoria obradorista basada en credibilidad y no en apariencias mediáticas.