ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Las leyes que habían sido
elaboradas para la protección de delincuentes en el gobierno y en la mafia
empresarial, esta vez han sido frenadas ante la no obtención, ni siquiera de la mayoría simple, -mucho menos
la cuantificada-, por parte del bloque retropartidista del órgano legislativo ,
por ello para evitar la encarcelación de más malhechores de los anteriores
gobiernos, es que personajes corruptos del poder judicial como Luis María
Aguilar “El Bodoquito”, han intentado invadir la esfera legislativa y proponer
la eliminación de la Prisión Oficiosa en vez de sugerir una iniciativa de ley ante el poder ejecutivo
o legislativo. Inspirados en el encarcelamiento preventivo que tuvo la
detestable Rosario Robles y no del que
tiene de manera injusta, Mónica García Villegas, ex directora del Colegio
Rébsamen, es que pillos de supuesta respetabilidad con más de treinta años en
el poder judicial, pidieron la eliminación de la Prisión Oficiosa, que en términos
generales y de no tener una doble intención oculta diferente al perfeccionamiento
de las leyes penales, en el fondo podría ser funcional tal propuesta, pero para ello, se
tendría además de eliminar la corrupción persistente en autoridades
procuradoras e impartidoras de justicia, también tendría que modificarse todo
el código nacional procesal penal, que emana de un proceso penal acusatorio, de
tipo anglosajón como consecuencia de una
acción intercomercial, en vez de tratarse de un proceso probatorio y apegado a nuestra
idiosincrasia y en donde la presunción de inocencia no se encuentre disfrazada
en la reparación del daño como prioridad. Sí la intención de únicamente conservar
la Prisión Justificada, en verdad fuera una situación genuina, en aras de la
presunción de inocencia, entonces también deberían proponerse requisitos de
procedibilidad para el acto de molestia al inculpado o el desglose inmediato de
investigación por oficio del mal desempeño de juzgadores, autoridades
ministeriales y litigantes, los cuales no se contemplan en el proceso mexicano.
Así como modificaciones constitucionales, en donde al igual que existen Fiscalías
especiales, existan juzgados especiales para someter a nefastos juzgadores y
ministerios públicos, ante un personal diferente y con capacitación diferente y con competencia
penal y funcionalidad diferente, que se encarguen de juzgar las
responsabilidades por el mal ejercicio de impartidores de justicia, que en la
actualidad, se esconden en el pretexto
del leal saber y entender, por lo que a lo mucho que llegan es al dizque sometimiento disciplinario del Consejo
de la Judicatura en el caso de los juzgadores. Los que ahora se conmueven con
la prisión oficiosa para ladrones de cuello blanco, criminales empresariales,
saqueadores del patrimonio del estado, abusadores de su autoridad y defraudadores electorales, nada comentan de la
tan sistemática violación del plazo
razonable para ser juzgado, que ya es tan
habitual su violación, que no existe
antecedente de sanción penal para el juzgador que se haya excedido del término
de seis
meses o dos años según sea el caso, para emitir sentencia; ni existe una
acción consolidada que tenga la fuerza
de libertad inmediata ante el retardo de la
resolución . En un país dominado por mucho tiempo por el
presidencialismo dictatorial y el ejercicio empresarial faccioso, es que presenta como sus primeras decadencias,
a la ignorancia y la injusticia, y no solamente la pobreza o la desigualdad
social. Así como el pueblo de México conoce el nombre y apellido de sus
recientes presidentes saqueadores, también debería ser preciso que conociera a los
Presidentes del poder judicial que estuvieron en dicho cargo en cada sexenio,
ya que pasan desapercibidos para la memoria colectiva, cuando son igual o más
culpables que aquellos que ocuparon la silla presidencial espúrea, a lo vendepatrias, criminal y saqueadora Más en www.somoselespectador.blogspot.com