La comunicadora Talina Fernández cuya carrera creció bajo el amparo de Televisa y su política informativa, fue captada en uso de la voz, en un vídeo difundido durante una junta con directivos que le avisaban junto a otros comunicadores, la terminación de los programas de Radio Red y Formato 21 de Organización Radio Centro hasta nuevo aviso. Talina calificó a los directivos que les proporcionaban dicho informe, de guardar una postura infame y obligada por los concesionarios titulares de la radiodifusora. Incluso hasta señaló ser despedida sin liquidación alguna, cuando la labor periodística no es una relación laboral cualquiera y se inclina a una prestación de servicios profesionales más que a un nexo laboral. Talina también alentó a la unión del gremio para impedir la desaparición de la programación planteada. De tal manera, que ahora resulta que Talina Fernández con experiencia basta en el micrófono, no sabe que las programaciones de radio y televisión son sorprendentemente ingratas y que cada programa que se hace puede resultar el último por dolo o simplemente por intereses validos del dueño y directiva de la estación de radio o canal de televisión; y que quienes son los únicos para ejercer un reclamo, es el auditorio que sintoniza tal programación, pero no quien la realiza, sabiendo que ni en la vida y mucho menos en los medios, la eternidad existen. Los directivos de Radio Centro primero comenzaron fusionando frecuencias con el argumento de que se estaban reparando sus antenas de transmisión, y así quitaron La 69 y unieron a El Fonógráfo con Radio Centro. Ahora con el mismo argumento desaparecen Formato 21 y Radio Red, por lo que su pecado real, es no estar hablando con la verdad, al estar funcionando otras estaciones del mismo grupo con total normalidad. Tal situación de parte de la radiodifusora ha dado lugar a aseveraciones de que Radio Centro está en banca rota o que se ha visto disminuida ante la desaparición de "los moches" a los medios informativos. La realidad es que Organización Radio Centro está debilitada, después de ser el grupo más importante de la radio mexicana, posterior del legado de la radio antigua, como la XEW, y antes del rotundo crecimiento de Grupo Fórmula. Sin embargo, independientemente de este mal, la voz alta de Talina Fernández resulta convenenciera a sus intereses propios y no a los intereses de la radio mexicana, pues nunca había levantado ni la mano ni la voz, ante la censura periodística como tradición en este país, ni a los abusos y despidos cuando ella tenía peso en Televisa y en donde nunca se alteró ante esos otros directivos, sino que por el contrario, ella decía: "Soy una empleada de Televisa y si Televisa me pone a barrer; yo barro". Talina comenzó como lectora de noticias en el noticiario "En Contacto Directo" y estuvo al mando de Jacobo Zabludovsky y desde esa trinchera, aceptó ordenes y no defendió ni su autonomía como periodista ni la lucha por la verdad, ni en aquella narrativa, donde estuvo en un lugar privilegiado cuando el asesinato a Luis Donaldo Colosio; ni en aquel programa indigno de "Hasta En las Mejores Familias" en la que ella era una de las conductoras.