La intuición no sólo es difícil de definir, sino que ha sido bastante relegada a la categoría New Agedonde ha perdido fortaleza. Pero es un sentimiento, o una emoción, que a todos nos habita y por lo tanto habría que darle mucho más espacio. Se podría describir como ese razonamiento inconsciente, pero claro, que nos mueve a hacer algo sin decirnos cómo o por qué. Se siente en la panza (the guts) o en el pecho, a veces, y la verdad es que cuándo nos detenemos a sentirlo y le hacemos caso, tomamos las mejores decisiones. Sentimos, al menos, que tomamos una decisión congruente con nuestro estado.
Por lo mismo hay un creciente número de evidencia anecdótica, combinada con esfuerzos de investigación, que sugiere que la intuición es un aspecto crítico de cómo los humanos interactuamos con nuestro ambiente y cómo, ultimadamente, tomamos muchas de nuestras decisiones. La convención cultural ha ido en contra del instinto y la intuición, y ello nos lleva a descartar muchas veces nuestras “corazonadas”, en detrimento propio. Más en www.somoselespectador.blogspot.com