Los genios de estudio del mercado le entregaron sus resultados a la presidencia de Televisa, y el brillante diagnóstico arrojó como resultado que deben matar a la Telenovela ya que el simple nombre es un desprestigio para un medio moderno, al cual ya ni siquiera se le debe llamar canal. Cualquier cambio tiene consigo sus resistencias pero es un hecho que resulta un asesinato de primer grado comenzar a eliminar un producto que tantas ganancias ha rendido a la televisión mexicana, como lo son las telenovelas. El producto se ha desprestigiado en México no porque ya no sea funcional sino PORQUE LO HAN SECUESTRADO, mafias de poder que han encontrado una amaca de ideas aprovechando el monopolio de la cadena número uno de melodramas que es Televisa, debido a que no ha existido una renovación de productores quienes por no arriesgar y cerrando la puerta a nuevosas producciones sembrando una idea a sus directivos de que no entre nadie más de los que son, pudieran nuevos creadores acceder a la casa televisora, y con el candado puesto, han abusado de los "refritos" y han comprado historias sudamericanas que no se pueden comparar con el nivel de creatividad del escritor mexicano que espera se le seque su tinta antes de que llegue un llamado que quiera proyectar su historia. Con la telenovela mexicana han acabado debido a las salidas fáciles de los argumentos que primero se enredan y después con situaciones absurdas se desenredan, en vez de buscar un final lógico e interesante para la historia, por lo que tales argumentos hacen que el televidente se sienta tratado como retrasado mental con la historia de la cenicienta o con una historoa desempolvada que ya se sabe su final desde su inicio. La empresa mexicana con mayor experiencia en historias por televisión de América y una de las casas productoras en español más importantes de mundo, resulta que en vez de modernizar sus contenidos telenoveleros prefieren empezar de cero para dar paso a las teleseries y siendo los maestros volverse en aprendices que le siguen los pasos a los colombianos, a los argentinos y hasta a los mismos estadounidenses a quienes tanta admiración les causaron las telenovelas mexicanas, que ante sus productos millonarios, no tenían más que ver como la imagen de los actores mexicanos recorrían todo el mundo y eran ídolos en Asía y europa después de conquistar al televidente hispano parlante. Más en www.somoselespectador.blogspot.com
