lunes, 10 de julio de 2017

EL OTRO POLO DE VENEZUELA













La grave crisis económica continuará en Venezuela, pero que Leopoldo López pase de la cárcel militar a su casa puede ser una señal para que se destrabe la crisis política.Después de más de tres meses de protestas contra el gobierno que han dejado más de 90 muertos y que continúan, el primer hecho concreto público de cambio es que López, uno de los principales líderes de la oposición, salga de la cárcel y quede bajo arresto domiciliario desde este sábado.En una situación muy bloqueada y polarizada, el momento de la decisión, tomada por un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que la oposición acusa de actuar al dictado del Ejecutivo de Nicolás Maduro, no es casual.Se llevaba gestando desde hace meses con la mediación del expresidente del gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero.El diálogo lo confirmaron el mes pasado la esposa de López, Lilian Tintori, y Jorge Rodríguez, destacado líder oficialista y alcalde del municipio Libertador, al que pertenece el centro de Caracas.Tintori dijo que López, detenido desde hace tres años y cinco meses por haber instigado las protestas de 2014 que dejaron 43 muertos, no negociaría su libertad únicamente y que pedía la libertad de todos los "presos políticos". Son más de 400, según la ONG Foro Penal Venezolano.El cambio de casa por cárcel no supone, sin embargo, la liberación de López,que sigue bajo arresto.En abril de 2015, Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas y otro líder opositor, comenzó a cumplir su condena en casa en lugar de en la cárcel tras la operación de una hernia inguinal pero que ahora al igual que Leopoldo López, llamado LL por el Presidente Nicolás Maduro, están condenados por cargos de conspiración contra el gobierno y siguen preso, aunque en casa.