El escandalo que
armó Alito Moreno es porque él no tiene nada que perder… y va a terminar muy
mal, señaló Gerardo Noroña, presidente de la cámara de senadores, después de
ser provocado por el Presidente del PRI. El pleito entre Alejandro Moreno y Gerardo
Fernández Noroña se presentó en la sesión
en donde se aprobó la reforma de supremacía constitucional, en donde Moreno se subió a la zona de la Mesa
Directiva. “No me ponga
el dedo encima, ¡no me ponga el dedo encima!¡Respeto a la presidencia,
respeto a la presidencia!”, fueron palabras de Noroña durante el acercamiento
físico. El alegato se inició porque supuestamente el presidente del senado le
negó el uso de la palabra al senador pripanista cuando en realidad Noroña se ajustaba a la noción de orden para
que Alejandro Moreno expusiera sus argumentos desde su curul y no en la pista
de circo que quería armar, lo que se obtuvo
al final de la discusión en donde Moreno expuso sus escasos argumentos
desde su lugar parlamentario y no en
donde desordenadamente lo quería realizar para alcanzar reflectores. Luego de
que se restauró el orden en el Pleno, el presidente del Senado advirtió que no
permitirá que le falten al respeto y denunció que fue agredido por Moreno
Cárdenas. “Senadoras y
senadores, yo he estado otorgando la palabra. La estaba otorgando a todo el que
lo solicité”, comentó. Las características de un envidioso se traducen principalmente
en que el sujeto trata de llamar la atención, compite con quien observa como su superior e intenta hacerlo sentir mal y nunca ofrecerá apoyo o
buenas intenciones a quien observa como contendiente. Aunque en estos casos, lo más práctico resulta ignorar al envidioso y
dejarlo actuar ante el jurado del peso de la verdad, en situaciones como la
que se presentó en la cámara de senadores en donde el trato es inevitable y en
otros casos en que sí podría evadirse y no se hace , es porque se opta por lidiar con la persona desesperada, como un acto que puede ser bondadoso de empatía para ofrecerle ayuda para que tenga un
poco de logros, pero de la misma manera también puede ser a veces como un goce entretenedor, más si consideramos que la envidia y el comentario doloso, es
un homenaje verbal que realizan los envidiosos a los que envidian, y que buscan las derrotas con las que ellos cargan en sus balances de logros
personales, profesionales o comparación de metas y sueños cumplidos ante su supuesto opositor. En el caso que nos ocupa en esta nota, el
enfrentamiento fue de dos presidentes, uno legítimamente en el senado bajo votación favorable del 99.9
porciento y el otro presidente de un PRI repudiado y bajo la división del
nombramiento para su presidencia partidista. Aunque pueda haber distorsiones mediáticas
del choque entre ambos, al final existe un jurado que son los hechos, como lo es la importancia
suprema de ser Presidente de la cámara alta, además de ser parte de una fracción mayoritariamente
absoluta y de un movimiento
de estructuración nacional ante el conservadurismo, lo que es una lucha política que no puede apartarse de la personal por la naturaleza y momento histórico de las mismas. Más en www.somoselespectador.blogspot.com