Antes que el PRI, muere Luis Echeverría Álvarez, justo a los 100 años de edad y por falta del taque de oxigeno que sigue alimentando al Partido Revolucionario Institucional que es el PAN. A Echeverría se le recordará como el estratega de la matanza del 68 ante la orden de Gustavo Díaz Ordaz y para luego como Presidente de la República en el período de 1970 a 1976, como impositor de López Portillo y quien ordenó una nueva matanza estudiantil en 1971. Los cuatro presidentes que han marcado la historia negra de México, sin duda son Miguel Alemán Velasco con los inicios del sometimiento del pensamiento neoliberal, José López Portillo como implantor de la corrupción como forma de gobierno institucionalizada , Carlos Salinas de Gortari estableciendo el entreguismo nacional a la empresa extranjera y Luis Echeverría al resaltar el presidencialismo dictatorial y la maquinaria electorera aplanadora del pensamiento no direccionado. Existen bases fundamentadas, que aseguran que Echeverría siguió dando indicaciones de gobierno, por lo menos a sus dos sus sucesores que fueron José López Portillo y Miguel de la Madrid, en lo que Vargas Llosa denominó acertadamente, como la Dictadura Perfecta, hasta que después el escritor encontró acomodo en el panismo, el partido disimulador del priísmo en donde en el sexenio de Vicente Fox se fingió un juicio legal a Echeverría Álvarez por la matanza del 68 y 71 en donde quedó absuelto y sin juicio histórico oficial, por lo que fue con la llegada del primer presidente de izquierda, Andrés Manuel López Obrador , hasta el 2018, que se decretó quedaran abiertos y a la exposición pública, los archivos secretos de la guerra sucia realizada en contra del pueblo de México, por los presidentes Echeverría, Díaz Ordaz y López Portillo, cuyas acciones en algunos casos ya han prescrito y en otras ha sido cosa juzgada bajo la manipulación presidencial, a lo que el lópezobradorismo ha llamado "La guerra del exterminio", en donde en la actualidad existen personas con sus familiares desaparecidos. Nadie se imaginaba que aquel joven que llevaba libros de derecho bajo el brazo en su preparación académica en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, sería un genocida y el mayor violador de los derechos humanos de la historia de México. Su carrera política la comenzó de manera importante como embajador en la UNESCO, ya desde entonces el imperialismo estadounidense lo proyectaba para ser una pieza clave de enlace entre Cuba-México y Estados Unidos, para mostrar a nivel mundial, por una parte, la diplomacia entre las naciones y por la otra la infamia del bloqueo económico. También recorrió Australia y Nueva Zelanda como embajador mexicano antes de ocupar el cargo de Secretario de Gobernación en el sexenio de Díaz Ordaz, y ser perverso ejecutor de las matanzas estudiantiles en México. El Uno de diciembre de 1970 llega a la Presidencia de la República con un aparato de Estado, afinado para el saqueo, el abuso, el delito y el secuestro a los medios de comunicación, con la complicidad de la mayoría de éstos, la fabricación de intelectuales orgánicos, la decadencia educativa y formativa y también sea dicho, la activación económica y de recursos naturales del país, para cumplir con la primera etapa de entrega económica al extranjero, en un aparente nacionalismo., que fue denominado "El Milagro Mexicano". En un acto circense La
Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado determinó
indiciar a Echeverría por su presunta responsabilidad en la matanza de
estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco en 1968, la matanza
de 1971 y la desaparición forzada de personas en la llamada Guerra sucia de
México. El 2 de julio de 2002 fue el primer funcionario político citado a
declarar ante la justicia mexicana, mismo año en que se libera una orden de aprehensión en
su contra y en el que obtiene un amparo
que deriva en un auto de libertad. Echeverría junto con su sucesor Portillo, deterioraron la palabra populismo mediante el paternalismo para acrecentar la ideología antisocialista, arrebatar las funciones del Estado para el manejo de particulares y el supuesto modernismo capitalista, después llamado neoliberalismo, en favor de la empresa monopolizada e internacional.El pasado 17 de enero, Echeverría se convirtió en el exjefe
de Estado mexicano más longevo de la historia al cumplir 100 años.La última vez
que se le vio en público fue en junio de 2021 cuando acudió a las propias instalaciones universitarias, en el Estadio Olímpico
Universitario en la Ciudad de México a vacunarse contra Covid-19. El día de hoy, el oficial en turno de la residencia de Luis Echeverría Álvarez, confirmó
el deceso del expresidente, y en cumplimiento del protocolo presidencial y
militar, el presidente López Obrador, emitió un mensaje de pésame, “En nombre
del Gobierno de México envío un respetuoso pésame a los familiares y amigos del
licenciado Luis Echeverría Álvarez, presidente de México durante el sexenio de
1970 a 1976″. Se espera que el presidente López Obrador rompa el protocolo
político, al no acudir a los servicios fúnebres de Echeverría que ha sido
señalado como un asesino con banda presidencial. Lo que si se espera, son
manifestaciones de júbilo ante dicho deceso en lugares públicos, en un México que vive una revolución presidencialista. Más en www.somoselespectador.blogspot.com