viernes, 17 de junio de 2022

"SOLO SOY UN ADMINISTRADOR" CONFIESA EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

 






































ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Al seguir transcurriendo la segunda parte de su sexenio, han venido aumentando las críticas en contra del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero curiosamente, las retracciones no vienen por parte de los analistas y periodistas serios, sino de aquellos de dudosa procedencia, ya que ni siquiera  nacen comentarios negativos de aquellos que esperaban cosas extraordinarias en las acciones de gobierno del Presidente, alcances que solamente decían tener, aquellos que estructuraron una dictadura disfrazada de presidencialismo, en donde violando los artículos constitucionales, es que los anárquicos mandamases, se olvidaban que solamente eran mandatarios, y a su capricho atropellaban ámbitos jurisdiccionales de manera corrupta, por lo que se sentían capaces desde arreglar una coladera hasta poner un río para después construir un puente. Es difícil no estar de acuerdo con el Presidente López Obrador cuando ha cumplido sus promesas de campaña, los conceptos que marcan la ética y la composición del Estado,  y  más aún cuando sus conceptos son tan claros  y coincidentes a los nuestros. Hasta en aquello que hemos señalado en diferentes espacios y que  ahora lo ha dicho el Presidente  de propia voz: “Yo soy simplemente administrador del dinero del pueblo del pueblo, y yo tengo que cuidar el presupuesto”. Quien vota por un nuevo presidente con conocimiento de causa, no espera más que una administración práctica, honesta y apegada al artículo 89 constitucional, pero quien vota sin conocimiento de causa y apegado a la idea perversa con que engañó el sistema presidencialista y los gobiernos delincuenciales al pueblo, seguramente buscarán que el Jefe de Estado, acabe con la maldad nacional, decrete la felicidad, convierta en millonarios a sus habitantes, nunca más haya alza de precios y detenga el cambio climático, mismo que acabó extinguiendo a los dinosaurios antes de existir las fábricas con chimeneas y los aerosoles. Cuando López Obrador luchaba por la gubernatura de su Estado natal, después por la jefatura de gobierno de la CDMX y luego por la Presidencia del país por más de 12 años y dos  magnofraudes, muchos pensábamos que le convenía para su imagen política, mejor no ganar la presidencia y ser idealizado cual novia que nunca llegó a ser la esposa de su amante;  debido al riesgo de  la desilusión que podía producirse  si no obtenía metas trazadas. Sin embargo lo que ha ocurrido es que su figura como Presidente, “no le  ha arrancado ni una pluma  a su gallo”, ya que hoy por hoy, es de los Presidentes de México más aceptados en la historia y actualmente el segundo mejor calificado del mundo. La honestidad presumida y aprueba de balas, han hecho de “AMLO”, un revolucionario del cargo público, un transformador, un fomentador, una tendencia, una congruencia de relaciones exteriores y una escuela; con méritos suficientes para hacer de un partido deforme, un exitoso destructor de una máquina electorera de más de 50 años y de levantar la desnudez de la hipocresía social, empresarial y política. -“Yo hice en el Zócalo, y es de dominio público, 100 compromisos, y sólo me falta cumplir uno, hagan la revisión, porque fue público. Yo quiero que me digas en dónde, durante el tiempo que estuvimos en la oposición, hice un ofrecimiento de resolver un problema agrario y no lo he resuelto; al contrario, no sólo he resuelto problemas a los que me comprometí, he resuelto muchísimos más problemas agrarios. Entonces, vamos a hacer muchísimo y siempre para atender a la gente que necesita justicia, siempre. El gobierno no se deja chantajear por nadie, eso era en el tiempo en que los gobernantes eran corruptos y no tenían autoridad moral, ahora no se acepta ningún tipo de presión de esa naturaleza. Y ayudamos a todos, y los vamos a seguir ayudando”-le responde el mandatario a una detractora, en su cita matutina de todos los días, que es frontal y con transmisión en vivo, y que muchos las nombran como conferencias de prensa, pero que no lo son, porque esas mañaneras, son mucho más que una cita con los medios de comunicación, es una junta informativa, analítica y formativa a la nación y una clase periodística para quienes dicen ser periodistas de las altas  escuelas. El lópezobradorismo es un proyecto de nación acorto y largo plazo que rebasa al morenismo, que es pacífico y administrativo, porque el efecto revolucionario no lo hace un gobierno sino un pueblo, sin embargo, aún sin haberse terminado el sexenio, ya podemos señalar una gran administración pública  con recuperación de funciones de gobierno, y que ha complacido incluso, hasta a los retrogradistas, al cumplirles su deseo de llamarlos fifís y no decirles  lo que son en realidad. Más en www.somoselespectador.blogspot.com