viernes, 13 de diciembre de 2019

NARCOGOBIERNO TERRORISTA EN INVESTIGACION

















Los culpables del terrorismo criminal, genocidio, violación a los derechos humanos, quebranto al tejido social, desaparecidos y un gobierno criminal; no solamente es responsabilidad de un ex director de la Agencia de investigaciones en el gobierno de Vicente Fox,  o de un ex secretario de seguridad pública en el gobierno de Felipe  Calderón o un ex  asesor técnico de  Peña Nieto;   cargos todos,  que recayeron en Genaro García Luna, hoy principal acusado de un narcogobierno en México. Aquí se tendrá que  averiguar sobre las acciones visiblemente criminales de  algunos gobernadores,   militares,  jefes de medios de comunicación, secretarios de Estado, empresarios, exfuncionarios públicos y hasta expresidentes; para lo cual no habrá  centro penitenciario que alcance, para arropar en sus instalaciones a funcionarios que han desfilado durante estos tres sexenios. La delincuencia ligada al gobierno mexicano no es  algo novedoso  y sorprendente,  recordemos  las matanzas de los años sesentas y setentas, o la mafia organizada por  Arturo Durazo Moreno  con López Portillo, o las matanzas partidistas en el sexenio de Salinas de Gortari. Aquellos que son los  más bajos asesinos; resultan que también  son las personalidades más distinguidas y respetadas en nuestra esfera política. Sin embargo, las persecuciones que se viven en nuestro  momento político actual, son muy diferentes a los quinazos, o al disimulo espectacular de aprehender a un afamado narcotraficante. Ahora vivimos  una contundente persecución estadounidense ante un gobierno antineoliberal como es el que mantiene Donald Trump, quien aprovecha la credibilidad y solvencia moral del actual Presidente de México, para  juzgar a mafiosos  ante sus tribunales estadounidenses;  lo que puede ser una primera etapa de invasión  a  la soberanía nacional, basada en  este antecedente judicial , para  que pueda convertirse en una acción coercitiva  en aras de la lucha contra el terrorismo mundial.  Dentro de lo malo que resulta el clásico proceder del país invasor  disfrazado de policía internacional; se encaran los nuevos tiempos de relación mexicoestadounidense, con un mandatario legítimo y no espúreo, aunque atacado por grupos de resistencia que se disfrazan de oposición y que no pueden exhibir  un meme y mucho menos una evidencia, de que el mandatario federal actual, haya incurrido en un acto de corrupción comprobable y comprobado, aún con los ojos persecutores de las fuerzas del estado y empresariales, que  se mantienen,  sobre de  él, y que define tal resistencia; como un acto natural, a los que estamos expuestos las personas públicas, que son la calumnia y la cercana observación.