martes, 28 de mayo de 2019

CHAYOTEROS ENOJADOS

























Ahora resulta que los periodistas corruptos que recibían cantidades millonarias en el gobierno de Peña para suavizar sus opiniones son los ofendidos  e indignados, por haberse dado a conocer, lo que de ahora en adelante, debería ser la lista negra del espectador para los comunicadores. Los charlatanes del micrófono llaman cobarde al presidente por haberlos nombrado en vez de mantenerlos solapados y advierten que dichas cantidades no se les fueron entregadas a ellos como personas físicas sino a sus empresas de las cuales son socios mayoritarios, como personas morales. Conceptos anteriores, que son la desvergüenza total. El gobierno federal debería valorar muy en serio, el hecho de quietar el subsidio económico a periodistas y  en caso del periodismo comunitario, que la ayuda sea en especie. Mientras que por otro lado,  la publicidad gubernamental y anuncios del Estado, no sean cobrados por los concesionarios al no ser dueños de la señal, y se actúe de la misma forma que ocurre con los espacios otorgados a los partidos políticos. Así como abrir una frecuencia de anuncios generales para que el ciudadano a toda hora pueda consultar aquello que le comunica el gobierno federal y de cada localidad.